El Barcelona destroza a un Girona que fue un caramelito para los blaugranas (6-1) con tres goles de Suárez, dos de Messi y el primer tanto de Coutinho. El gol de los visitantes llegó en el minuto 2, obra de Portu

Cuando muchos no se habían ni sentado y ni los más rápidos habían abierto la bolsa de pipas, saltaba la sorpresa en el Camp Nou y ponía el primero en el marcador el Girona. Buena jugada individual de Lozano que la pone con algo de fortuna al hueco, donde llega Portu para marcar, empanada de Umtiti y media salida de Ter Stegen mediante.

Pero el Barcelona no quería sustos ni sorpresas y la adelantadísima defensa del Girona facilitó el trabajo. Eso y sobretodo la actuación estelar de Leo Messi en la primera parte, que fue estelar hasta para él. Solo dos minutos después de encajar, en el 4’, la pone al hueco con mucha facilidad para que Suárez pueda controlar y definir con acierto ante la salida de Bono. Aday rompía el fuera de juego para habilitar a Suárez y dejaba en evidencia que iba a ser un partido largo para la defensa del Girona. Intentarían reaccionar los rojiblancos con el objetivo de que su tempranero gol no quedase en balde. Así, Lozano la tendría en el 6’ desde dentro del área, pero remataría muy desviado el buen pase de Borja García.
A los diez minutos, el Barcelona ya había tomado nota del arriesgado posicionamiento de los de Pablo Machín y de los huecos que dejaba en el centro y que aprovechó a la perfección Messi. Por ahí entró Busquets en el 18’. Pase a Messi, que se saca de la manga una vaselina magistral. Bernardo aparece bajo palos para evitar el tanto, cuando el Camp Nou ya cantaba.

El acoso del Barcelona se tradujo inevitablemente en goles. En el 29’ Messi hacía su primero de la tarde de una manera que solo podía hacer él. Cuando parecía que había perdido la ocasión y se quedaba sin hueco por un defectuoso control, comenzó un eslalon con dirección inversa a la portería desde el área pequeña hasta el punto de penalti, dejando atrás a dos rivales, para disparar desde ahí al fondo de la red. Golazo y dedicatoria sentimental para su abuelo materno, recientemente fallecido. Siete minutos más tarde volvería a golpear Messi, en esta ocasión de falta directa por debajo de la barrera. Nadie lo esperaba, pero cuando todos miraban la escuadra superior, incluso Bono, incluso los jugadores que formaban la barrera -sobretodo estos últimos-, el argentino la puso abajo.

El Girona intentó aprovechar el caos y la siguiente jugada al gol de Messi estuvo a punto de recortar distancias. Buen remate de Lozano, que obligó a estirarse al máximo a Ter Stegen. Un minuto más tarde, la pegaría maravillosamente Álex Granell desde el pico del área, pero a la rosca del capitán le faltarían varios centímetros para acabar en la escuadra blaugrana.

Al que no dejaron centímetros, si no demasiados metros fue a Messi en la siguiente jugada, que campó por la medular sin oposición para empezar la jugada del golazo combinativo de la tarde. Messi para Coutinho, Coutinho para Suárez y Suárez para la red.

El comienzo de la segunda parte, con el partido sentenciado, traía la mala noticia para el Barcelona de la tarde. Piqué se tuvo que retirar en el 61’, después de lastimarse su ya maltrecha rodilla derecha tras realizar una entrada. Semedotambién tuvo que ser sustituido, en este caso en los últimos minutos del partido, por un problema muscular.

El descanso no cambió el transcurso del partido, siguió creando y llegando a su antojo el Barcelona, que primero la tuvo por mediación de Suárez -al palo- y luego de Dembelé. El que sí acertaría sería Coutinho en el 65’ para marcar su primer gol como blaugrana. Gol ‘made in Coutinho’, no podía ser de otra manera, fantástico disparo desde la frontal con la patentada rosca de fuera a dentro del brasileño.

No se quedó ahí el Barcelona y buscó el sexto. Messi tuvo su tercero a balón parado, pero lo evitó Bono. El que sí consiguió el ‘hat trick’ fue Suárez, a placer rematando el centro de un Dembelé muy presente que fue de menos a más y empieza a mostrar sus credenciales a Valverde. Una vez conseguido el sexto, buscaron el séptimo, pero Vermaelen se encontró con el larguero. Tras casi conseguir el séptimo, llegó el momento de pensar más allá, y así Jordi Alba forzó la tarjeta amarilla que le permitirá llegar limpio al partido del domingo contra el Atlético de Madrid. También lo intentó Suárez, primero con un agarrón y una patada, luego con un a pérdida de tiempo en un saque de banda y después de nuevo con un agarrón, pero Alberola Rojas no le mostró la tarjeta.
Antes, el Camp Nou había tenido el buen gesto de aplaudir a Portu, el mejor del Girona un día más, en su sustitución. En su primera temporada en Primera División le ha marcado a Atlético, Real Madrid y Barcelona. Hoy no fue suficiente, el Barcelona, en el que ya se salen Dembelé y Coutinho, no levanta el pie del acelerador. Ni hoy ni en la liga.
VÍA: CADENA SER