La Argentina jugó un primer tiempo casi perfecto, de lo mejor de la Copa América. Se vio un equipo concentrado, presionando arriba y ordenado, que se benefició de una rápida apertura del marcador…

No habían pasado tres minutos cuando Lionel Messi asistió a Ezequiel Lavezzi a la salida de un córner y el Pocho definió de cabeza ante un dubitativo arquero Brad Guzan. Lo tuvo la Pulga, después se demoró Gonzalo Higuaín cuando tenía el segundo.

La Selección se imponía con autoridad, no sufría atrás y gozaba del número uno del mundo, quien a los 31 aumentó con soberbio tiro libre. Un golazo para que Messi superara a Gabriel Batistuta como el máximo anotador de la Selección.

¿Qué necesitaba Argentina para terminar de confirmar su muy buen momento? Un tanto en el arranque del complemento para empezar a liquidar la semifinal. Y lo tuvo, a los cuatro, por Gonzalo Higuaín. Así, el tridente ofensivo pagaba con goles la apuesta de Gerardo Martino.

Después llegaría el tiempo de las preocupaciones. Primero, Augusto Fernández pidió el cambio por una lesión muscular; luego, Lavezzi tuvo que salir tras una dura caída con un problema en el brazo.

En el final, Argentina volvió a aprovechar otro error de Estados Unidos en el fondo e Higuaín, después de otra asistencia de Messi, sentenció el duelo en la ciudad de Houston. El domingo será el día en el que la Selección intentará cortar una larga sequía. Chile o Colombia será el rival. Se definirá mañana.