Dopaje de estado. En el informe independiente de Richard McLaren se afirma que tanto el Laboratorio de Moscú como el de Sochi trabajaron en la protección de los deportistas dopados rusos por medio de la que llama ‘metodología de la desaparición de positivos’. Una manipulación dirigida, controlada y supervisada por el Estado a través del Ministerio de Deportes ruso y con la participación del Servicio de Seguridad Federal (FSB) y el Centro de Preparación deportiva de Rusia.

Salva o cuarentena. En el informe, McLaren asegura que el ministro de deportes ruso era el encargado de determinar qué deportistas se beneficiarían del sistema de desaparición de positivos. El viceministro era el que recibía la información de un resultado positivo. Se podía responder ‘salva o cuarentena’. El ‘salva’ era la señal para que el positivo se tapase, mientras que ‘cuarentena’ era para que el caso siguiera adelante y se condenase al deportista.

Desaparición de test. El Laboratorio de Moscú funcionó como un escudo protector del sistema de dopaje bajo el control del estado. La metodología de desaparición de positivos fue planeada y estuvo en marcha, al menos, desde 2011 hasta 2015. Y hay pruebas de que los recipientes de orina almacenados fueron manipulados. De todo ello se beneficiaron los atletas rusos que participarían en los Juegos Olímpicos de verano e invierno.

Sochi. El laboratorio de Sochi trabajó con una única muestra, cambiando su metodología para proteger y permitir que atletas rusos pudieran competir en los Juegos. Se encontraron evidencias de manipulación e incluso en tres muestras analizadas el ADN no correspondía con el del atleta.

Rodchenkov, clave. En cuanto a los testigos entrevistados, Richard McLaren califica al exdirector del Laboratorio de Moscú, Grigory Rodchenkov, que ya destapó detalles en The New York Times, como testimonio veraz y creíble. También el resto de testigos entrevistados. Sobre el personal del laboratorio de Moscú se apunta a que no tuvieron opción de decidir si involucrarse o no en este sistema.

Nota de AS.com