Alan Ruschel, uno de los seis sobrevivientes de la tragedia aérea de Chapecoense , enfrentó a los medios en una conferencia de prensa en la que no pudo evitar las lágrimas. «No tengo palabras para explicar lo que siento. Es una mezcla de sentimientos. Una alegría estar aquí de nuevo, sentado. Pero al mismo tiempo, un duelo por la pérdida de varios…», dijo mientras comenzó a llorar.

«En el momento en que se estrelló el avión, Dios me recogió y me dijo que tenía una misión aquí en la tierra, por lo que no me llevó con él. Es un milagro que esté caminando, estoy vivo, los médicos dijeron que era una grave lesión la que tenía en la columna», dijo, emocionado.

Ruschel reveló que no tiene muchos recuerdos del accidente. «Recuerdo que salía de San Pablo, luego Santa Cruz de la Sierra. Salimos de allí y no recuerdo el vuelo del accidente. Lo que recuerdo después es mi esposa Marina hablándome en el hospital», afirmó. «Yo no sabía lo que estaba pasando y poco a poco me decían. No recuerdo nada. Es una cosa muy loca, no puedo explicar lo que pasó «, agregó.
Alan Ruschel fue dado de alta ayer y ya está con su familia. A las 16.21 de la tarde del viernes, el jugador del club brasileño salió en silla de ruedas del hospital de Chapecó, donde se recuperaba de lo que fue el brutal accidente aéreo de Medellín.

Tras salir en la silla, se paró y caminó sin problemas hasta el auto que lo esperaba. Sus familiares lo aguardaban, junto con uno de los compañeros de equipo, uno de los que que no viajó a Colombia.
Diario La Nación