El error de Blaszczykowski -o mejor dicho, la parada de Rui Patricio- decidió el primer envite de los cuartos de final. Un partido igualado, intenso y que llegó a su último extremo. La Portugal de Cristiano Ronaldo sigue viva en la competición sin ganar ni un solo partido en los 90 minutos, ya que contra Croacia lo hizo en la prórroga. Sin perder también, por supuesto. Para Polonia, llega el momento de hacer las maletas, aunque su Eurocopa 2016 ha sido más que digna.

A Portugal le toco remar desde el principio. Se encontró con otra salida en tromba del rival, como le pasó en octavos contra Croacia. Pero esta vez los polacos sí acertaron a batir a Rui Patricio. En el duelo esperado de artilleros entre Lewandowski y Cristiano Ronaldo, el del Bayern fue el primero en levantar la mano, culminando una acción en la que gran parte de culpa la tuvo el inseguro Cédric, comiéndose un cambio de juego de Piszczek hacia Grosicki antes de que este asistiera al ‘9’ de Polonia.

No habían transcurrido ni dos minutos de partido y el guion cambiaba por completo. Polonia se acomodaba y esperaba a los de Fernando Santos. Se esperaba, como siempre, a Cristiano Ronaldo, pero ni él ni Nani estaban inspirados. Quienes tiraban del carro eran Pepe y Fonte, trabajando para abortar las escasas llegadas polacas, y un Renato Sanches que era como la ‘Santístima Trinidad’ de Portugal, presente en todas partes.

Los de Nawalka dejaban detalles como una triangulación entre Milik, Grosicki y Lewandowski que sonó a baile, si bien Rui Patricio tampoco tenía excesivo trabajo. En la otra área, los intentos de Cristiano Ronaldo eran de fogueo. A veces, en disparos de falta casi desde su casa directos a la barrera. En otras, bloqueado por los centrales Glik y Pazdan. Incluso reclamando un posible penalti de este último que Felix Brych no concedió.

APARECIÓ RENATO

Esa polémica llegó poco antes de que Portugal restableciera el empate. Nani se inventó un taconazo en el área que derivó en asistencia de gol. Renato conectó un zambombazo que se envenenó tras rozar a un defensa polaco, lo justo para despistar a Fabianski.

Lejos de desconcertarse, Polonia buscó la reacción rápida. Y la tuvo en una doble ocasión para Grosicki y el desconcertante Blaszczykowski que acabó despejando Pepe. Fue el último aldabonazo de una intensa primera parte.

En la reanudación, Portugal dispuso de las mejores ocasiones. Pese a que los polacos apretaron tímidamente en los minutos iniciales, con un tímido cabezazo de Lewandowski como ejemplo, los de Fernando Santos fueron sintiéndose dominadores a medida que avanzaban los minutos.

Cristiano Ronaldo seguía loco por marcar y estrelló un balón en la red exterior de la portería de Fabianski en vez de buscar la opción de dar el balón a Joao Mário. Adrien Silva y Cédric tampoco tuvieron suerte antes de que Polonia firmara su mejor ocasión de la segunda parte, cuando Rui Patricio abortó un remate de Milik en el área pequeña.

TALISMÁN… Y PIFIA

Santos buscaba recursos. Primero, Joao Moutinho. Después, su cambio ‘talismán’ en el partido contra Croacia: fuera, Joao Mário; dentro, Quaresma. Y algo debe tener de talismán el que fuera jugador del Barça. Nada más salir, un gran pase de Pepe a Cristiano Ronaldo lo desvió el lateral polaco Jedrzejczyk hacia su portería y el balón salió lamiendo el poste.

Pero para ocasión clara, la que marró Cristiano después de un gran servicio en profundidad de Quaresma. El madridista ganó la espalda a los centrales y, cuando lo tenía todo a favor para fusilar a Fabianski, ofreció al respetable una pifia de esas que provocan carcajadas, aunque no precisamente a sus partidarios, claro.

La prórroga se hizo realidad. Una prórroga que ya afrontaron ambas selecciones en octavos de final. Los polacos, contra Suiza. Los lusos, contra Croacia. 30 minutos por delante en los que los polacos parecían acusar algo más el desgaste. La selección portuguesa se dejaba ver más ante Fabianski, aunque Cristiano no llegaba a rematar un buen centro del exmalaguista Eliseu.

En cambio, antes de la pausa entre parte y parte, Polonia presentó dos arreones que pudieron cambiarlo todo. Primero, un disparo desviado de Milik. Después, un centro de Lewandowski que se paseó ante la meta de Rui Patricio. Dos sustos para los de un Fernando Santos que agotó cambios sentando al amonestado William Carvalho para apostar por Danilo Ferreira. Nawalka aún tenía dos balas en la recámara y gastó la primera con Jodiowiec por un cansado Maczynski.

Los últimos 15 minutos de juego prácticamente no aportaron nada. Pese al espontáneo de turno que buscó su minuto de gloria –vaya gloria- saltando al césped y abortando un ataque portugués, solo un centro-chut de Kapustka provocó el ¡huy! en la grada. Más incisiva Polonia que Portugal, pero fundida por un Pepe que se echó a la selección lusa a la espalda, cortando centros e incorporándose al ataque si era menester.

Y llegó la lotería de los penaltis. Podía ganar cualquiera pero la suerte sonrió a Portugal. Efectividad casi total de ambas selecciones, pero Kuba Blaszczykowski se encontró con Rui Patricio, quien realizó la única parada de la tanda que abrió Cristiano Ronaldo y culminó el talismán luso, Ricardo Quaresma. Polonia se quedó en el camino. Los de Santos, a semifinales.

Nota de Diario Sport