La Serie Mundial parece estar «cantada» para los Red Sox, que esta noche le pegaron a los Dodgers en Los Ángeles pese a haber estado en desventaja de 4-0.

Dodger Stadium, Los Ángeles –

El champagne ya se está enfriando en Boston porque los Red Sox necesitan una sola victoria más para ser campeones de la Serie Mundial luego de pegarle 9-6 a Los Angeles Dodgers en el Juego 4, dejando a la novena californiana en «estado de coma».

A los Dodgers no les fue suficiente tomar una ventaja de 4-0 en el sexto inning gracias a un cuadrangular de tres carreras de Yasiel Puig y una remolcada de Cody Bellinger porque encontraron la forma de sabotearse.

En la siguiente entrada, los Medias Rojas recortaron la distancia con un home run de tres carreras de Mitch Moreland y en la octava decretaron “juego nuevo” con otro palo de cuatro esquinas de Steve Pearce para el 4-4.

Mientras L.A. se quedó con la pólvora mojada, los campeones de la Liga Americana hicieron del parque angelino un cementerio en la novena con cuatro carreras.

La pesadilla comenzó con un sencillo al jardín central de Rafael Devers que dio la ventaja y nuevamente el bateo oportuno de Pearce trajo tres más al plato con un doblete con casa llena.

Xander Bogaerts impulsó el 9-4 con un sencillo para la cereza del pastel en una noche que deja a Boston a las puertas de su novena corona en las Grandes Ligas, misma que podría llegar este domingo en el Juego 5 a celebrarse en Los Ángeles.

Un último intento de resucitación de los Dodgers ocurrió en la baja de la novena cuando Kike Hernández la botó del parque con hombre a bordo, pero de nada sirvió.

Vía: Mediotiempo