El partido no decepcionó. Alemania fue mejor en la primera parte, e incluso se mereció irse al descanso con una renta mayor que el 0-1 logrado por Gnabry tras una galopada de Klostermann. Cillessen sacó el primer remate pero no pudo con el segundo, tras el rechace.

Alemania salió bien en la segunda parte, pero Holanda comenzó a responder de inmediato con mucho peligro. Logró el empate por medio de Frenkie de Jong tras un error de Tah. El defensa completó su noche aciaga marcando el 1-2 en propia meta, tras un saque de esquina rematado por Van Dijk con un salto portentoso.

Alemania respondió e igualó gracias a un penalti por una mano claramente involuntaria de De Ligt. Transformó con frialdad Kroos, pero Holanda quería más y se volvió a adelantar con una combinación entre Wijnaldum y Malen tras un error de Kimmich. El propio Wijnaldum completó su gran noche en el descuento, al convertir un pase de Memphis Depay en el 2-4 final.