Portugal se despidió del Mundial de Qatar después de perder 1 a 0 contra Marruecos en los cuartos de final y Cristiano Ronaldo cerró así su historia en este certamen.

Con 37 años, el delantero sabe que esta era su última oportunidad de alzarse con el trofeo y por eso cuando el árbitro Facundo Tello marcó el final, sus ojos se llenaron de lágrimas y abandonó de inmediato el campo de juego.

CR7 no esperó a sus compañeros y se marchó rumbo a los vestuarios entre lágrimas, después de haber jugado cerca de 45 minutos, ya que el entrenador Fernando Santos lo sentó en el banco de los suplentes y lo mandó al terreno a a los seis minutos del complemento, cuando su equipo ya perdía 1 a 0. La última escena de Cristiano es de devastación anímica.