PANAMÁ: La selección cumplió con el trámite de vencer a Cuba en el camino a la Copa América Centenario; sin embargo, todos se quedaron con la imagen de un Bolillo fastidiado en la rueda de prensa y que claramente demostraba que no quería estar allí.
Dicen que el técnico aún se encuentra enfermo y por eso su estado de ánimo en la conferencia de prensa. Bolillo estuvo cortante en cada una de sus respuestas y con un tono arrogante.
Si Bolillo está enfermo, debe dar un paso al costado con la selección y dar tiempo a que la Fepafut ejecute un plan B de cara a los juegos de marzo ante Haití por la eliminatoria a Rusia 2018.
La salud es lo más preciado de un ser humano y si el técnico no se encuentra en plenas facultades, como dice, debe replantearse seguir al mando de la selección panameña.
El tema de que si es grosero o no responde es lo de menos, porque aquí lo importante es que se logren los resultados y nos clasifique a Rusia, su promesa de campaña antes de llegar a Panamá.
Lo que no podemos hacer es pagar a un técnico que no está a tiempo completo con su selección y que delega a sus asistentes la dirección técnica.
En lo demás, Bolillo tiene sus credenciales y una historia a sus espaldas que lo respalda. Mientras que con nuestra selección, en un año y medio en el banquillo, se puede decir que en el balance general ha sacado adelante torneos como Copa Centroamericana, Copa Oro y la clasificación a la Copa Centenario, además, ganó uno de los dos partidos en la eliminatoria. El balance no es malo, pero su salud preocupa de cara al futuro de nuestra selección y en pretender alcanzar ese sueño que nos vendió: el Mundial de Rusia 2018.
Nota: Carlos Figueroa (Opinión)