Tal vez se acuerden de aquel viejo juego de mesa de un enfermo al que debían sacarle las partes del cuerpo sin tocar los extremos antes de que una chicharra delatara el mal pulso del cirujano. Bueno, pues ese monigote inspirado en Ben Roethlisberger.
Luego de 13 temporadas como profesional, 185 partidos y 456 capturas, es difícil encontrar un hueso sano en ‘Big Ben’. El tobillo derecho, sin duda no es uno de ellos.
Roethlisberger terminó el encuentro del domingo ante Miami con una protección en la pierna derecha, lo que de inmediato causó alarma en la ciudad del acero y sus fieles. El lunes, sin embargo, la bota especial había desaparecido y Ben se dijo listo para el duelo del domingo ante los Kansas City Chiefs.
Ben Roethlisberger se lesionó el tobillo derecho en la penúltima jugada ofensiva de Pittsburgh en su victoria de 30-12 sobre los Miami Dolphins, al salir a lanzar un pase que terminó siendo interceptado, mientras la humanidad de Cameron Wake le rodaba por la pierna derecha.
El lunes, el quarterback de Pittsburgh aclaró que la bota era innecesaria y que simplemente se agravó una antigua fractura, por lo que no hay nada que temer entre los seguidores de Pittsburgh, que temían que la pesadilla de ver a Landry Jones en postemporada se materializara.
El escenario no es nada nuevo para los Steelers, pues apenas el año pasado el equipo avanzó igualmente al playoff divisional con un alto costo, luego de que Vontaze Burfict ,de los Bengals, le provocara una conmoción a Antonio Brown y una lesión en el hombro derecho a Roethlisberger en el duelo de comodines.
En aquella ocasión, Roethlisberger pudo jugar el playoff divisional, pero Brown no y ese fue uno de los motivos de la eliminación de Pittsburgh a mano de los eventuales campeones Broncos.
Con la noticia de que ‘Big Ben’ estaría listo para jugar el domingo en Kansas City, no solo el equipo llega con todas sus piezas fundamentales saludables, sino que se cierra de tajo la polémica en torno a Mike Tomlin y el hecho de mantener a algunos de sus titulares en los últimos minutos de un juego prácticamente definido.
Y no un juego cualquiera, un juego de playoff, con un rival evidentemente frustrado, una línea defensiva que cuenta con los angelitos de Wake y Ndamukong Suh y, tal vez, con el golpe de Bud Dupree a Matt Moore aún fresco en la memoria.
El riesgo de mantener a Ben fue innecesario, pero también lo es la polémica en torno a esa situación ahora que se ha establecido que la protección en el pie no fue más que una medida preventiva.
Vía As