El Barcelona se reencontró con su último verdugo en la Champions League: el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Por la ida de una de las semifinales de la Copa del Rey en el Vicente Calderón, el Barcelona se puso en ventaja rápidamente, manejó los tiempos de la primera mitad y terminó con dos goles arriba. En el complemento, los de la capital descontaron y pudieron empatarlo, pero los catalanes aguantaron y se fueron fortalecidos para la revancha con el 2-1.
Luis Suárez abrió el marcador a los seis minutos con un golazo y dejando en evidencia un error en lo que suele ser la prioridad del equipo madrilista: la defensa. El tanto llegó luego de una buena recuperación de Mascherano (en su posición natural, de volante central), que el uruguayo recibió en la raya de mitad de cancha y con una corrida individual, gambeta y buena definición incluida, aprovechó para enmudecer al estadio.
A partir de allí los visitantes, extrañamente prefirieron cederle la pelota al rival para apostar a los contragolpes letales. El Atlético no supo qué hacer para dañar la defensa y llegar al arco de Jasper Cillessen, mientras que los catalanes lastimaban cada vez que se acercaban al área rival.
Fue así que a los 33′ apareció -cuándo no- Leo Messi para sumar y estirar la ventaja. Ivan Rakitic cedió para el argentino desde la derecha del ataque y la Pulga, perfilado para su zurda letal, sacó un remate imposible de atajar. Fue tan preciso que pegó en el palo y entró. Otro golazo.
Después del vestuario (¿tirón de orejas del Cholo?), el arranque de la segunda etapa para el local fue mucho mejor que lo producido en los primeros 45′. Con la entrada de Fernando Torres y Nicolas Gaitán el conjunto de Madrid fue más claro, y a los cuatro ya tuvo una para descontar en los pies de Gabi. Por suerte para el Barsa, Jordi Alba llegó a cortar justo el remate frente al arquero.
Pero cuando parecía que el empujón inicial colchonero se apagaba, a los 14′ Antoine Griezmann logró el preciado tanto que le inyectó esperanzas al Atlético. El francés ganó de cabeza después de que Godín había metido -también con un cabezazo- la pelota al área chica.
Esta es la 19ª vez que se miden Messi y Simeone. ¿Cómo están las estadísticas? Asombra un poco que el Cholo apenas haya ganado en 2 oportunidades: perdió 10 y empató las 6 restantes. ¿Por qué, entonces, en el inconsciente queda la sensación de que Atlético es una especie de sombra negra para el elenco culé? Una razón: lo eliminó las últimas dos veces que se midieron en la Copa de Campeones. Un dato: Messi no marcó en esos cuatro duelos. Atlético de Madrid es una de las víctimas preferidas de Messi: le marcó 25 goles en 28 partidos. Pero desde que llegó Simeone las cosas cambiaron: Leo festejó 8 veces en 18 partidos.
Vía El Clarín