En el derbi que enfrentaba a los Galaxy contra su némesis ciudadana, el Los Ángeles FC, Ibra empezó el partido en el banquillo. Las cosas pintaban mal: los visitantes se adelantaron con dos dianas del mexicano Carlos Vela. Los Galaxy lograron empatar tras el descanso, con goles de Lletget y Steres en propia meta. Lo mejor aún estaba por llegar.
Tras 71 minutos afilándose las zarpas, el depredador saltó al césped. Cinco minutos tardó el felino en oler sangre y atacar a su presa. Balón rechazo por la zaga de los Galaxy que queda botando en la zona de tres cuartos, Ibrahimovic ve al portero rival adelantado y conecta una volea desde 35 que perfora la red del conjunto visitante.
La locura se desataba en el estadio e Ibra lo celebraba quitándose la camiseta, acción por la cual vio la cartulina amarilla.
La presa estaba herida de muerte, pero el depredador aún tenía que acabar la cacería. Corría el minuto 93 y el conjunto local armó un rápido contraataque por banda izqueirda, buscando el gol de la victoria. La acción finalizó con un centro al interior del área. Zlatan, rodeado de tres hombres, se adelantó a los zagueros y a los guantes del portero visitante para enviar el cuero al fondo de las mallas con un rápido testarazo.
Se desataba la locura en la ciudad de las estrellas. El león sueco ya ruge en Los Angeles.
vía: Sport