Tras caer ante el Maguncia el pasado miércoles por 2-1 y permitir que el Borussia se arrimase a cinco puntos en la tabla, el Bayern, saco un empate a cero del clásico alemán y logró conservar la diferencia hacia su más serio rival de cara a la ensaladera.
A falta de nueve jornadas para el final y teniendo en cuenta el gran estado de forma del campeón alemán a pesar de numerosas bajas en la zaga, ahora todo si que apunta a que la Bundesliga quedó sentenciada de una vez por todas.
Desde el pitido inicial, los 80.000 espectadores en el Signal Iduna Park presenciaron un partido disputadísimo y más que digno de los dos mejores conjuntos alemanes. Los de Guardiola, fieles a su estilo posicional, se vieron en frente a un Borussia vertical y al que le bastaba un pequeño error en la medular bávara para armarle una y otra contra al líder. Ambos cuadros pudieron adelantarse en la primera mitad, pero no estuvieron finos de cara al marco. Aubameyang, tras uno de esos sprints característicos del gabonés, no atinó ante Neuer (min.11), lo mismo que le ocurrió a Douglas en el otro lado frente por frente con Bürki (min. 28). Clarísima la que falló el brasileño.
Nada más salir de los vestuarios, los de Guardiola subieron una marcha, se hicieron de una vez por todas con el esférico y encerraron a las abejas en su campo. Excepto alguna que otra contra sin serio peligro, los muniqueses no paraban de poner a la zaga local en apuros.Vidal de cabeza (min. 55), Robben con la zurda (min. 59.) y de nuevo el imperial chileno con un zapatazo al larguero (min. 65.) estuvieron a punto de inaugurar el marcador, pero no les acompañó la suerte hasta el pitido final. Tampoco les hizo falta. Primeramente porque el Borussia ya andaba de capa caída durante el tramo final del encuentro y después porque los bávaros eran muy conscientes de que el punto ganado vale mucho.
Vía: Diario AS