La séptima carrera de la temporada 2019 de Fórmula 1 va a traer cola. El dominio de Mercedes se mantiene una carrera más, pero fue Sebastian Vettel quien entró primero en la meta del GP de Canadá.

La victoria, sin embargo, fue para un Lewis Hamilton que admitía que así no le gusta ganar carreras, que mantiene el liderato de la clasificación con autoridad. La acción de la polémica ocurrió en la vuelta 48, cuando Vettel perdió el control de su Ferrari y acabó por la hierba.

En la reentrada, arrinconó a Hamilton contra el muro, lo que los comisarios entendieron como sancionable, con 5 segundos que a la postre fueron letales. Con el reglamento en la mano, es castigo: Vettel estaba desquiciado cuando llegó a boxes.

«En serio, esto no debería ser así. ¿Qué querían que hiciera? ¡No tenía espacio! ¡Estáis ciegos!», se quejó por radio. En lugar de parar su coche en la zona donde van los tres primeros, el tetracampeón se fue directo a la sala de comisarios, dispuesto a decirles de todo. Incluso cuando llegó por fin a donde estaban los coches, quitó el cartel del número 1 del coche de Hamilton y le puso el número 2.

En cuanto a la carrera en sí, Vettel dominó de principio a fin. De no ser por esa sanción, habría logrado una victoria perfecta, pero el reglamento le castigó. El podio lo completó Charles Leclerc, que dejó fuera a Valtteri Bottas por primera vez en la temporada.

Carlos Sainz, por su parte, se quedó sin el premio de los puntos perjudicado por el rendimiento de los neumáticos. El madrileño acabó 11º, aunque durante buena parte de la carrera fue 9º. Al final, Lance Stroll primero y Daniil Kvyat después, en apenas dos vueltas, le mandaron fuera del ‘top 10’.

Tomado de 20minutos.es