Casado, padre de dos niños -Irving David e Ian Marcos-, y con ganas de cambiar el deporte panameño, el campeón olímpico y mundial Irving Saladino se siente satisfecho con sus logros y con su nueva vida.
El saltador colonense, que ganó oro en el salto largo en el Mundial de Atletismo de Osaka (Japón) de 2007 y los Juegos Olímpicos de Pekín (China) 2008, quiere tener la oportunidad de dirigir el deporte nacional para darle un giro a la metodología existente y convertir al deportista en el centro de atención.
Saladino lamentó que los campeones panameños no sean atendidos como se merecen y que el atletismo, un deporte que siempre le da glorias a este país, “no se le de su valor”, y que sus instalaciones sigan igual que cuando ganó sus medallas.
El colonense ahora de 33 años de edad sigue entrenando, ya no pensando en Juegos Olímpicos, sino en su salud.
En 2014 se retiró aquejado de lesiones en la rodilla izquierda, luego la derecha y por último en la espalda, dejando atrás una estela de triunfos que lo han convertido en una leyenda del deporte.
Entre sus logros destacan haber sido el primer deportista masculino de América Central en ganar una presea dorada y el haber conseguido la séptima mejor marca de la historia en salto largo.
Se acercan los Juegos Olímpicos de Brasil, ¿extrañas los entrenamientos, los aplausos y las victorias?
“Claro, como todo atleta recién retirado siento melancolía al no estar presente en dicha justa en donde una vez me consagré con el máximo galardón que anhela un deportista”.
Eres campeón olímpico y campeón mundial de salto largo, títulos muy difíciles de igualar, ¿ves a algún atleta panameño que te pueda emular?
“Bueno, creo que siempre cada atleta tiene oportunidad de ser campeón olímpico y mundial, yo confío mucho en que Alonso Edward y Carolena Carstens lleguen a obtener alguna presea en estos Juegos, claro, sin demeritar a los otros atletas que nos van a representar”.
Cuando comenzaste a saltar en Colón estos dos títulos eran tus objetivos finales?
“La verdad, cuando comienzo esta vida deportiva no era un objetivo para mí, pero al final mientras transcurrían los años sí pude visualizar y entender que tenía objetivos para cumplir”.
En 2008 fuiste campeón olímpico y las instalaciones deportivas de Panamá no eran las mejores, ¿has visto mejoría a la fecha?
“La verdad, dentro del atletismo veo igual todo a como cuando dejé el país para irme a entrenar a Brasil, solo tenemos el Rommel Fernández, pero de ahí no se ha mejorado nada”.
El atletismo le ha dado varias medallas olímpicas a Panamá; sin embargo, las instalaciones de esta disciplina no son las mejores, ¿qué piensa de ello?
“Si el país dependiera de un deporte, yo elijo el atletismo, porque cada año le da a Panamá medallas y glorias, no veo el porqué no se le ha dado el valor y mejoras a este deporte que sí ha aportado en su máxima expresión”.
¿Alguna vez sentiste que la autoridades panameñas no te apoyaban?
“Es una lástima que hoy en día el atleta en Panamá siendo campeón olímpico, única de oro y campeón mundial no se valorara en su momento”
¿Le interesa la política o la gestión deportiva?
“La verdad, la política no me interesa y no debe ser mezclada con el deporte.
¿A Saladino le motiva ser entrenador de atletismo o estar vinculado a una actividad relacionada con el deporte?
“No me veo como entrenador, pero algo sí que me llama la atención y no descansaré hasta poder llegar a ello, es ser dirigente del deporte nacional y cambiar todo el método que hoy en día existe, el deportista es el artista del show y no los dirigentes”.
Si te entusiasmaras por volver a saltar, ¿a quién elegirías cómo entrenador, a Moura o Aguilar?
“La verdad, los necesitaría a los dos, jugaron en mí un rol muy importante”.
Cuando te retiraste dijiste que te dedicarías a los bienes raíces, ¿actualmente a qué se dedica el campeón de salto largo de Panamá?
“Aún continúo dentro de bienes raíces y actualmente trabajo en un proyecto televisivo en pro del deporte individual, en conjunto con mi socio José Chiari”.
Entrevista realizada por el diario La Prensa de Panamá