Dos semanas. Ese es el tiempo transcurrido entre que se supo que Philadelphia 76ers ofrecería una extensión máxima a Ben Simmons y éste la ha aceptado. Según ha informado su agente a The Athletic, el jugador de los Sixers, quien ahora entra en su tercer año profesional, ha firmado así un contrato de cinco años y 170 millones de dólares; es decir, el máximo permitido en su caso para seguir ligado a su actual equipo hasta 2025.
No se trata de ninguna sorpresa. Aunque no había prisa, ya que contaban hasta el mes de octubre para rubricar la nueva vinculación de su estrella, fuentes conocedoras de las conversaciones aseguraron desde el primer momento que todo quedaría sellado mucho antes. Ambas partes querían que la extensión se firmase, y así ha sido.
La apuesta de los de Pensilvania parece clara. El proyecto, iniciado allá por aquellos años de tanking descarado, ha crecido hasta el punto de que en estos momentos la única meta sea el anillo. El curso pasado, ya con una gran plantilla, solo Kawhi Leonard –y sobre la bocina–, los tumbó. Pero no por ello dudan de sus posibilidades. Sí, se han marchado Jimmy Butler y J.J. Redick, pero han llegado Al Horford y Josh Richardson, además de firmar la renovación de Tobias Harris.
Con esos movimientos, Philadelphia tiene en estos momentos en su mano contar hasta 2023 con Joel Embiid, Harris, Simmons y Horford, si bien el contrato de este último no está plenamente garantizado para el curso 2022-23. Resumiendo: tienen talento y tiempo por delante para marcar una época.
Por supuesto que no será sencillo. Otros equipos de la Conferencia Este, caso de Milwaukee Bucks, también está en pie de guerra; y tampoco debemos olvidar a Brooklyn Nets, que desde la campaña 2020-21 espera contar en plenitud física con Kyrie Irving y Kevin Durant. En cualquier caso, el hecho de poder trabajar y mejorar alrededor de un núcleo de jugadores tan potente no debe sino reportar buenas noticias a los Sixers.
En cuanto a Simmons, llega al primer contrato de su carrera tras una campaña en la que ha habido luces y sombras. En temporada regular mejoró sus números para marcharse hasta los 16,9 puntos, 8,8 rebotes y 7,7 asistencias en 34,1 minutos por noche. Sin embargo, los playoffs no fueron tan brillantes. Con defensas más cerradas su falta de lanzamiento exterior le lastró en demasiados momentos para quedarse en 13,9 puntos con 35,1 minutos de juego. Philadelphia ha hecho una gran apuesta, ahora es Simmons quien debe responder.
Fuente: NBAmaniacs