El 28 de octubre de 2003, Dwyane Wade jugó su primer partido NBA con 21 años y 284 días. Había pasado tres años (y jugado dos) en la universidad de Marquette, desde donde salió propulsado al número 5 del draft de 2003, donde apenas les robó focos a LeBron James, Carmelo Anthony… y la locura de los Pistons con Darko Milicic.
Entonces Wade anotó 18 puntos y los Heat, desde entonces y ya para siempre sus Heat, perdieron en Phildelphia. Desde ahí hasta este 10 de abril de 2019: con 37 años y 84 días, Dwyane Wade ha jugado su último partido en la NBA. Sus Heat perdieron en Brooklyn (113-94) y él, después de despedirse con 30 puntos en el último baile en su pista, dejó un triple-doble para terminar: 25 puntos, 11 rebotes, 10 asistencias.
Spoelstra le dio 36 minutos y licencia para tirar (10/28). LeBron James, Chris Paul y Carmelo Anthony (su núcleo duro) se desgañitaban a pie de pista y el camino, una temporada de homenajes y despedidas, acabó por fin para un jugador único, seguramente el tercer mejor escolta de siempre por detrás solo de Michael Jordan y Kobe Bryant. Quedan tres anillos, el MVP de las Finales de 2006 (donde su actuación fue sencillamente prodigiosa), 13 All Star y 23 mil 165 puntos, en el puesto 29 de los anotadores históricos tras superar, en la última noche, a Elgin Baylor.
Lo ideal, lo perfecto, habría sido que Wade se marchara en los playoffs, pero no pudo ser. Este partido, Nets-Heat, apuntaba casi a duelo directo hasta que los de Florida perdieron en la prórroga en Toronto, el pasado domingo, y se quedaron con el agua al cuello, pendientes de un milagro que no llegó. Finalmente, y a pesar de lo barato que ha sido una vez más el furgón de cola del Este, no entraron en playoffs. Los Heat acaban en un pobre 39-43, el tercer año sin playoffs desde que se fue LeBron en 2014 y con sensación de proyecto varado, siempre a una estrella de ser realmente competitivo, con la capacidad de Pat Riley para hacer magia en los despachos por primera vez en seria cuestión y Spoelstra haciendo virguerías para exprimir una buena colección de jugadores de clase media que se quedan hoy, además, sin su eje emocional: Wade no volverá a llevar la camiseta de los Heat, cuyo número 3 será (es) ya siempre suyo. Es obvio en el fin de trayecto para una leyenda.
Si la despedida de Wade ha endulzado lo que en realidad ha sido un mal final de temporada para los Heat, los Nets disfrutaron como niños en el último partido de una temporada que, da la sensación, querrían que no acabara nunca: 42-40, un milagro si se atiende a de dónde viene este proyecto y cómo lo asumieron Sean Marks y Kenny Atkinson. Con 7 triples de D’Angelo Russell (21+7+5), los de Brooklyn sellaron su primera temporada en positivo desde la 2013-14, su regreso oficial desde las tinieblas y un sexto puesto que les manda a jugar en primera ronda contra los Sixers, con los que empataron a 2 en cuatro duelos de Regular Season. Por soñar…
Tomado de as.com