España luchará este domingo por su segunda medalla de oro en un Mundial tras tumbar la resistencia australiana en un partido agónico y eterno, resuelto tras dos prórrogas, y en el que Marc Gasol, con 33 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias, fue decisivo para culminar la remontada (95-88).
Trece años después del triunfo en Japón, el pívot de los Toronto Raptors -uno de los dos supervivientes de ese equipo junto a Rudy Fernández- ejerció de líder cuando sus compañeros más lo necesitaban, bien secundado por Sergio Llull y Ricky Rubio. Porque España no jugó como ante Serbia o Italia. De nuevo se atascó el ataque a partir del segundo cuarto y se vio obligada a remar contra corriente para, in extremis, salvar una semifinal que se había puesto complicada gracias a un inmenso Patty Mills, autor de 34 puntos y empeñado en vengarse de lo ocurrido en los Juegos de Río, cuando su rival de hoy les privó del bronce.
España jugará la final ante Argentina este domingo.