Cleveland devolvió la atención tras dos duras derrotas en California y ganó su primer partido en las finales de la NBA, al apabullar en casa 120-90 a Golden State en el tercer partido de la serie.
Un primer cuarto de 33-16 marcó el trámite del juego. LeBron James por fin encontró a los socios extraviados en las dos derrotas anteriores y el equipo fue capaz de ganar con contundencia, algo que necesitaban tras las caídas en Oakland.
Pese a no tener a Kevin Love, con problemas físicos, LeBron (32 puntos) y Kyrie Irving (30) encabezaron el ataque de los Cavaliers, que vieron cómo los Warriors se acercaron en el segundo cuarto, pero sin mayor peligro.
Fue una jornada pobre para Stephen Curry, que con 19 puntos no pudo guiar a su equipo a la tercera victoria en la serie. 18 pérdidas de balón y un bajo porcentaje de campo (42.1 %) marcó la ofensiva de los campeones defensores.
El partido fue tan amplio en su marcador para los Cavaliers que ni Curry ni James vieron acción en los últimos minutos de juego, guardándose para los encuentros siguientes.
Ahora, unos revitalizados Cavaliers están 2-1 abajo en la serie, pero mostraron el coraje y el juego extraviado en California. El cuarto juego de la final de la NBA será el viernes, también en Cleveland.
Fuente: EL PAÍS