Luis Miguel ‘El Nica’ Concepción fue uno de los deportistas panameños que dio mucho de qué hablar en este 2016.
El Nica inició el año como campeón interino supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo, cinturón que le arrebató al mexicano Hernán ‘Tyson’ Márquez en el KO a las drogas en el 2015.
Concepción buscaba una pelea de alto perfil y que le representara una buena bolsa. Tras algunos meses de espera ese combate se concretó para el mes de agosto. El panameño viajaría a tierras niponas para enfrentar al local, Kohei Kono por el supercampeonato supermosca de la AMB.
Japón lucía como una tarea complicada debido a que es una plaza donde históricamente los boxeadores locales se hacen muy fuertes. Un antecedente positivo para El Nica era la victoria de su amigo Jezreel Corrales en contra de Takashi Uchiyama, un combate que se había dado 4 meses antes de la fecha de la pelea de Concepción.
El monarca interino no partía como favorito y la única ruta para llevarse el campeonato parecía ser el nocaut. Pero, el púgil panameño mostró una cara diferente en esta pelea, escuchando a su esquina y mostrándose muy disciplinado, Concepción vencería claramente a Kono y se alzaba con la foja de supercampeón mosca.
Esta victoria parecía poner al nuevo campeón unificado en la cúspide de su carrera y con grandes combates y bolsas en su horizonte.
El ganador del ‘Primer Guerrero’ haría su primera defensa titular ante el británico Khalid Yafai en Manchester, Inglaterra.
Por experiencia el canalero se perfilaba como favorito, especialmente después de la gran exhibición que había realizado en Japón.
Pero, en esta ocasión ocurriría lo inesperado. El Nica perdería el campeonato en la balanza al no poder cumplir con el límite de peso de 115 libras. Para el panameño solo quedaría la posibilidad de pelear por limpiar su imagen y tener la oportunidad de disputar el título en el futuro.
Lastimosamente eso no ocurrió y Concepción perdió por una amplia decisión unánime y dejando una pobre imagen ante un Yafai que se alzaba con el cinturón.
Este termina siendo un 2016 de claroscuros para un boxeador que en Japón dejó la imagen de ser un púgil maduro y en su mejor momento. Mientras que en su último combate, dejó un mal sabor de boca en la afición panameña al no poder cumplir siquiera con el peso.
Ambos momentos fueron inesperados, especialmente por la manera que se dieron. Ahora es responsabilidad del excampeón poder sorprendernos el próximo año y demostrar que puede seguir compitiendo en lo más alto del boxeo.
Por: Manuel Delgado/@manuel27delgado