El 14 de mayo de 2016 se disputaría la semifinal de vuelta del torneo clausura 2016 donde el Árabe Unido llegaba con la ventaja de 2-0 sobre el Plaza Amador, el Maracaná estaba a su máxima capacidad para recibir a las dos mejores aficiones de nuestro fútbol, solo que nadie esperaba que sucediera lo que hoy en día se considera una mancha para el fútbol panameño.
El Plaza Amador buscaba darle vuelta al resultado y poder llegar a la final, con un gol tempranero al minuto 11 de Ricauter Barsallo las ilusiones estaban más que vivas, recién iniciado el segundo tiempo precisamente al minuto 49 llegaría Ernesto Sinclair para marcar el segundo del Plaza y hacer estallar a la barra que cada vez veía la remontada posible.
Los 90 minutos terminarían de esa forma, en los tiempos extras, las emociones estaban a flor de piel, todo parecía que se definiría en tanda de penales pero llegaría nuevamente Ricauter Barsallo al 117 para marcar ese gol que ponía al Plaza Amador en una final, la emoción de los fanáticos sería tanta que cruzaron la cerca y se metieron al estadio.
Todavía faltaba partido, pero al parecer los hinchas no lo entendieron, hubo roses con los jugadores del Árabe y su fanaticada no se quedaría así, inmediatamente luego de esto, la algarabilla del lado donde estaba el equipo de Colón, que bajaba de las gradas a la cancha como una estampida de toros, vaticinaba que algo muy malo pasaría.
Los daños a las infraestructuras del estadio solo fueron una clave muestra de como está nuestra sociedad; sillas, botellas, cuanta cosa había a la vista era lanzada en contra de las pocas unidades de la policía que estaban en el estadio para este partido que era de alto riesgo.
Las imágenes de este bochornoso incidente recorrieron el mundo y fue una bofetada para todos los dirigentes del fútbol para que se pusieran a meditar sobre esto y tratar de buscar una solución al problema de percepción que se tiene sobre la liga local.
La liga local tocó fondo y de qué forma, había que cambiar la brújula, y de eso si hay que darles créditos a los dirigentes, inmediatamente tomaron acciones contra los dos equipo y las barras, algo que dejó claro que este tipo de acciones no serán toleradas.
Plaza Amador lograría ganar su sexta estrella en el fútbol nacional luego de 12 años sin títulos en una gran final ante Chorrillo, donde reinó la paz y sobre todo el buen fútbol.
Por: Edgar Joel De León