Brasil alzó su cuarta corona sub-17 tras un emocionante triunfo por 2-1 sobre México en la final, disputada en el Estadio Bezerrão de Brasilia. Los brasileños pasan a situarse a un solo título de igualar a la selección más laureada de la competición, Nigeria, aunque esta fue su primera conquista desde 2003. Y puede que también haya sido la más dulce, dado que los sudamericanos se convirtieron en la segunda selección que se impone en la competición como país anfitrión (la primera, curiosamente, fue México hace 8 años).
Por segundo partido seguido, Lázaro fue el revulsivo como suplente de lujo de Brasil. El jueves culminó la remontada de su equipo contra Francia en la semifinal marcando el gol de la victoria en el minuto 89. Este domingo, el número 20 lo dejó para más tarde aún. Brasil iba perdiendo desde el minuto 66, cuando Bryan González batió al ganador del Guante de Oro adidas, Matheus Donelli, con un cabezazo espléndidamente dirigido. Brasil reaccionó empatando 18 minutos después con un gol de penal de Kaio Jorge, antes de que Lázaro, con su remate de volea a bocajarro en el minuto 93′ del tiempo añadido, rubricase la conquista del trofeo para los anfitriones.
En el partido por el tercer puesto, un hat trick de Arnaud Kalimuendo-Muinga llevó en volandas a Francia hacia la victoria sobre sus rivales europeos de Países Bajos. Ambas selecciones se beneficiaron de la reincorporación de sus capitanes, que se habían perdido sus semifinales respectivas. El capitán holandés, Kenneth Taylor, dio la asistencia del primer gol del partido, al servir un pase por encima de la defensa francesa para que marcase Mohamed Taabouni. Su homólogo francés, Lucien Agoumé, puso la réplica siete minutos después con un incisivo balón al hueco, que acabó desembocando en el primer tanto de Kalimuendo-Muinga. La joven estrella del París Saint-Germain metió dos goles más en el segundo periodo para que los Bleuets se colgasen la medalla de bronce.