Hasta este viernes, lo único que sabíamos de la Villa Olímpica era que a los australianos no les había gustado nada, que la zona internacional (una especie de patio gigante que sirve para el encuentro entre deportistas y periodistas y familiares) tiene un McDonald’s estupendo y que los edificios son muy altos (por encima de 20 pisos). Sin embargo, la policía de Brasil ha revelado el primer episodio escabroso de estos Juegos Olímpicos.
Hassan Saada, un boxeador marroquí de 22 años, ha pasado esta noche en una celda de la comisaría 42 de Río de Janeiro. El atleta está acusado de acosar sexualmente a dos camareras brasileñas de la Villa el pasado miércoles. «Está acusado oficialmente de violación y permanecerá en las celdas de nuestra comisaría», aseguró a Efe un portavoz policial.
Según el relato de las denunciantes, el boxeador llamó a las chicas a su habitación para, decía, pedir una información. Una vez allí, y supuestamente junto a otros dos atletas marroquíes, manoseó sus piernas y sus pechos. Ocurre que, según la ley brasileña, el término «violación» engloba este tipo de actos.
El consulado de Marruecos fue advertido de la detención por la Policía, y se estima que la prisión dure, al menos, 15 días. Inscrito en la categoría de hasta 81 kilos, el muchacho debutaba este sábado ante el turco Mehmet Nadir.
EL MUNDO