No fue una velada agradable la que vivió el FC Barcelona en el Estadio La Cartuja de Sevilla. Pese a que Lionel Messi pudo ser titular, al elenco culé se le escapó el trofeo de forma insólita. El Athletic Bilbao le empató el partido en el minuto 90 y le ganó por 3-2 en la prórroga de la final de la Supercopa de España. Para colmo, el astro argentino sufrió su primera expulsión como jugador blaugrana por agredir a un rival en el tiempo extra.
Sobre el cierre de la primer mitad, llegaron las emociones. Primero la apertura del marcador en los pies de Antoine Griezmann, que aprovechó un rebote tras una combinación entre Messi y Jordi Alba para rematar un balón suelto en el área. Pero el cuadro vasco igualó las acciones rápidamente. Tras el saque del medio, De Marcos puso el 1-1 aprovechando un pase espectacular de Iñaki Williams a la espalda de la defensa culé y dejó el marcador empatado antes del descanso.
Una buena jugada entre Dembélé y Jordi Alba por el carril izquierdo, terminó con un pase del lateral para Griezmann, quien definió en soledad para marcar el 2-1 en el minuto 76.
Pero al Athletic no se rindió y tuvo su recompensa. A un minuto de cumplirse el tiempo reglamentario, Villalibre aprovechó un gran envío de Muniain y remató ante la salida de Ter Stegen para establecer el 2-2 y así forzar de momento la prórroga.
Y la pesadilla culé no terminó ahí, porque al iniciar el tiempo extra llegó la remontada vasca. Munian recibió a espaldas de los mediocampistas del Barça y cedió el balón para Iñaki Williams, quien ejecutó un espectacular disparo desde la frontal del área que entró cerca del ángulo más lejano de Ter Stegen, que nada pudo hacer.