Por primera vez en 40 años, las mujeres de Irán asistieron a un partido de fútbol en un estadio de ese país. Las estrictas leyes de Irán prohíben que las mujeres asistan a eventos deportivos, pero la presión internacional permitió una flexibilización de las normas. Las entradas eran para una tribuna especial para mujeres en el estadio.
a asistencia de mujeres al partido de fútbol que este jueves disputan las selecciones de Irán y Camboya, en la fase clasificatoria para el Mundial de Qatar 2022, marca un punto de inflexión no solo en la historia del deporte en la República Islámica, sino en la lucha de las iraníes por sus derechos. Este encuentro en el estadio Azadi de Teherán (resuelto por 14-0) es el primero en cuatro décadas al que las aficionadas pueden acceder sin ser preseleccionadas, y derriba, aunque sea de manera temporal, una barrera en el último país que no permitía la entrada libre a los estadios de las seguidoras. No obstante, algunas activistas se han quejado del escaso número de entradas que se les han reservado y temen que sea solo una concesión limitada ante las presiones de la FIFA.
Muchos iraníes están convencidos de que la decisión adoptada ahora es en gran medida consecuencia de la conmoción generada por la muerte de Sahar Khodayari. La llamada «chica azul» se inmoló el mes pasado en Teherán al entender que iría a la cárcel por haberse colado en un estadio del fútbol. Se la conoció con ese apelativo debido a la camiseta que llevaba el día de su detención, la del Esteghlal, su equipo favorito.