Cuando el Super Bowl está en marcha, Estados Unidos se paraliza. Y también gran parte del resto del mundo. No en vano, la final de la Liga de fútbol americano es el segundo evento más visto por televisión, sólo superado por los Mundiales de fútbol. Este año, más de 150 millones de personas verán el partido entre los Carolina Panthers y los Denver Broncos, una final inédita que arrastra hasta el Levi’s Stadium de California a dos estilos muy distintos, personificados en sus dos timoneles, los hombres encargados de hacer que el engranaje funcione a la perfección.
La guerra de Quarterbacks siempre acaba siendo clave en las Super Bowl. Por eso, a pesar del favoritismo con el que se presentan los Panthers a esta final, para tratar de ganar su primer título -han jugado mejor y han tenido mejor balance a lo largo de la temporada- los Broncos cuentan con el factor Peyton Manning. El mariscal de campo de Denver, de 39 años (sería el QB de mayor edad en ganar la Super Bowl), centrará gran parte de los focos durante el partido -los tendrá que reparir con Cam Newton y cualquier otro actor secundario que se sume a la fiesta-, pero los centrará todos en el pospartido.
Los nombres de la final
Manning, leyenda de los Indianapolis Colts, ganador de la Super Bowl, MVP en esa final, cinco veces MVP de la Liga regular y de nuevo finalista con los Broncos, puede marcar la final, pero también puede hacerlo Newton, perteneciente a esa escasa generación de quarterbacks afro-americanos a pocos centímetros de alcanzar la gloria. Sólo dos QB de raza negra la alcanzaron antes que él.
El mariscal de los Panthers, el mejor jugador de la Liga regular y 13 años más joven que Manning -la mayor diferencia entre quarterbacks en la historia de la Super Bowl-, puede tener la llave de la final. Su forma de jugar, su capacidad para correr -10 touchdowns este año corriendo y 35 en pases-, puede abrir hueco en la mejor defensa de la Liga. Newton es el director del ataque número 1 del campeonato. Pero aunque este es un deporte en el que los quaterbacks tienen una incidencia decisiva, también deben reunirse de talento para reinar. Hay varios nombres que habrá que tener en cuenta en esta Super Bowl como los de Chris Harris Jr. , Bradley Roby o Aqib Talib en los Broncos y Greg Olsen, Jonathan Stewart o Devin Funchess en los Panthers.
¿Quién es el favorito?
Las apuestas favorecen a los Panthers, pero los apostantes no pasan ni reciben balones. Los Broncos, mucho más habituados a las finales por el título -esta será la octava de las que han ganado dos-, también lo están a los finales enredados. Este año han ganado 11 encuentros por siete o menos puntos. Ningún equipo en una Super Bowl se había presentado con esa cifra de choques apretados y no hay que olvidar que cuatro de las últimas finales se decidieron en la última jugada.
Panther y Broncos, dos de los equipos con menos valor en la NFL, pero que este año no han tenido rival, disputarán una final que puede batir récords. No sólo los televisivos. La Super Bowl número 50 de la NFL puede convertirse en el evento de un día más rentable de la historia, por encima del último combate entre Mayweather y Pacquiao, con ingresos de más de 570 millones de dólares. No es de extrañar, 30 segundos de anuncio durante el partido sale a cinco millones de dólares (en la primera se pagaron 42.000). Por eso la Super Bowl es el único evento deportivo que tiene incidencia directa en la bolsa neoyorquina al día siguiente y por eso no hay otro evento igual en todo el mundo.