Dos de los mayores quebraderos de cabeza que ha generado en la industria del fútbol el parón generado por la Covid-19 son la situación de los jugadores que finalizan contrato el 30 de junio y el establecimiento de las dos ventanas de fichajes anuales, fijadas en condiciones de normalidad en la mayoría de ligas entre el 1 de julio y el 1 de septiembre y entre el 1 de enero y el 31 de enero. La FIFA, tras una nueva reunión este jueves con representantes del sindicato mundial de futbolistas (Fifpro), los clubes europeos (ECA), las confederaciones y federaciones ha puesto sobre la mesa una batería de recomendaciones y medidas al respecto, siempre condicionadas a la evolución de la pandemia, a la conclusión de la presente temporada y al inicio de la próxima.
Según un documento fechado a 24 de marzo, sobre los contratos que expiran el 30 de junio, la FIFA trabaja con el convencimiento de que estos se extiendan hasta la finalización efectiva de la temporada. En el caso de España, por ejemplo, según fuentes jurídicas consultadas, los contratos de los jugadores que hayan sido sometidos a un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) con suspensión del mismo quedarían prorrogados por el Real Decreto Ley 9/2020 establecido por el estado de alarma decretado por el Gobierno.
Según esas mismas fuentes, como los ERTE en el fútbol profesional están siendo de reducción de salario y jornada sí sería necesario que clubes y jugadores firmaran o expresaran de manera voluntaria una prórroga de los contratos que concluyen el 30 de junio. Por otra parte, si un club decidiera dejar de contar con un jugador el 30 de junio, la FIFA propone que haya un acuerdo y no se haga de forma unilateral. La FIFA es consciente de que no está por encima de la legalidad vigente de cada país y de que sus medidas pueden generar conflictos jurídicos en algunos casos, pero pretende aportar criterios generales para sus 211 federaciones.