Después del enorme partido que jugaron por la Supercopa de España, Atlético Madrid y Real Madrid volvieron a enfrentarse en los octavos de final de la Copa del Rey y el clásico otra vez entregó un gran espectáculo. Otra vez fueron a alargue después del 2-2 y, ahora, festejó el equipo de Diego Simeone.
al Atlético otra vez se le escapó el triunfo en el tiempo reglamentario después de estar dos veces arriba. Sin embargo, a diferencia de la Supercopa, que fue 5-3 para el Merengue, pudo festejar.
En un primer tiempo caliente y parejo, que terminó 1-1, los goles llegaron sobre el final. En primer lugar, a los 39 minutos, el carrilero izquierdo brasileño Samuel Lino puso el 1-0 para el delirio de la hinchada colchonera.
Sin embargo, la alegría le duró poco a los de Simeone: a los 46′, un centro de Luka Modric complicó a Jan Oblak y la pelota se le terminó metiendo de manera insólita.
En el segundo tiempo, Atlético volvió a ponerse en ventaja con un tanto de Alvaro Morata a los 12 minutos y tuvo chances clara para convertir el tercero. No lo pudo cerrar y Real Madrid llegó otra vez al empate.
A ocho del final, Joselu apareció por el segundo palo para mandar la pelota a la red con un cabezazo y el gol fue convalidado después de la revisión en el VAR por la posición del jugador del Merengue
El alargue volvió a ser decisivo y la gran figura del tiempo extra fue Antoine Griezmann, quien primero puso 3-2 con un tremendo golazo y, después, asistió a Riquelme para sentenciar el encuentro.
No fue revancha para Atlético, como ya había adelantado Simeone después de la derrota ante Supercopa y cuando le preguntaron por la Copa del Rey. Pero, sin dudas, fue una gran alegría para el Cholo y todo el Colchonero