Por si había dudas antes del partido, el Barcelona jugará la final de la Copa del Rey. Los culés dejaron por el camino a un Valencia que ya puede pasar página, mirar al choque liguero contra el Espanyol y empezar a solucionar nos innumerables problemas que tiene sobre el verde y en todo aquello que le rodea.
Antes de seguir leyendo, le aviso. Si pretende encontrarse durante las siguientes líneas con las ocasiones de gol que hubo durante el partido o con la tensión que se pudo percibir sobre el terreno de juego, le aconseje que lo deje en el siguiente párrafo, donde podemos resumir todos esos aspectos de un encuentro que no pasará a la historia del fútbol.
Con once azulgrana plagado de jugadores poco habituales y un Valencia que entró al césped entre los gritos de su afición lo cierto es que el balón apenas llegaba a las áreas. El Barcelona trataba de tener el cuero en su poder, pero apenas fue capaz de inquietar a un Jaume que volvió a la meta che. En el otro bando, Ter Stegen se dedicó a jugar con los pies y demostrar que sigue siendo el hombre de hielo. No tuvo la culpa, pero Negredo le ganó la partida en un mano a mano con algo de fortuna.
En el gol del Valencia, Luis Enrique pudo comprobar de primera mano que en su defensa hay un mundo entre titulares y suplentes. Con Mathieu mirando la jugada, Negredo aprovechó un balón largo para mandar el cuero al fondo de la red. El vallecano se encontró con Ter Stegen y una mínima oposición de Bartra, ya que Mathieu no hizo ni mención de poder continuar la jugada. Dejó el pasillo a Negredo y sólo le faltó aplaudir tras el gol.
Antes del apartado de los canteranos, los cierto es que Luis Enrique utilizó el encuentro para probar la polivalencia de sus jugadores. El asturiano puso a Rakitic de falso nueve junto a Munir y Sandro y adelantó la posición de Adriano. El croata tiró de galones una y otra vez, pero no estuvo acertado de cara a la meta rival. Buscó el peligro a balón parado, pero no encontró los tres palos ni una sola vez.
Samper llevó la manija de un Barcelona que terminó con Cámara y Kaptoum sobre el verde y con la perla de La Masía, Aleñá, viendo el partido desde el banquillo. No pudo debutar el joven medio culé, pero sin lugar a dudas, el día llegará y el fútbol disfrutará de un chico que es la luz dentro de una cantera que está lejos de los pasados años dorados.
Jugada de canteranos. Pase de Cámara y gol de Kaptoum
Cuando parecía que la racha de 28 encuentros sin perder se iba a terminar, fueron precisamente los más jóvenes los que evitaron que se desaprovechara una oportunidad así. El balón le llegó a Cámara por la izquierda y con un pase al corazón del área permitió que Kaptoum, que había entrado al césped sólo un par de minutos antes, rematara al fondo de la red ante la mirada de los defensa locales.
En el bando valencianista, las buenas noticias escasearon. La intensidad de Gayá, las ganas de Santi Mina y el gol de Negredo fueron los únicos motivos por los que sus seguidores pueden percibir el final de un túnel que todavía es muy oscuro.
Así, el Barcelona jugará su tercera final de Copa consecutiva y podrá defender el título un año más. A partir de ahora, toca pensar en la sede de la final, pero eso ya será otra historia.
Vía: Marca