Si un jugador de la liga panameña cumple con las condiciones necesarias, no hay que pensarlo dos veces para contratarlo. Los equipos nacionales pueden fichar un buen futbolista de ese país pagando la mitad del salario de un tico con la misma calidad.
No es exagerado, es solo la realidad del mercado canalero. Aunque muestra un crecimiento económico y deportivo, los clubes de ese país están lejos de alcanzar los montos que se pagan en Costa Rica.
También es cierto que el desempeño de esta liga es menor, aunque el futbolista canalero aprovecha sus cualidades físicas para adaptarse y equiparar rápidamente su rendimiento.
Por ejemplo, Carlos Martans, accionista del Tauro y vicepresidente de la Federación Panameña de Fútbol, contó que los clubes de más tradición de allá pueden pagar entre $800 y $1.000 por un jugador de un nivel regular, es decir, entre ¢435.000 y ¢544.000.
Solo si el futbolista tiene una trayectoria amplia en el extranjero y un gran recorrido en su selección, llega a ganar entre $2.000 (¢1,1 millones) y $3.000 (¢1,6 millones) por mes.
En cambio, en Costa Rica un futbolista de un equipo de media tabla, sin grandes pergaminos en la Tricolor absoluta, puede obtener un salario de $3.000.
Las figuras de Alajuelense, Saprissa y Herediano llegan a triplicar el monto de $3.000 que ofrecen las escuadras panameñas a sus jugadores más destacados.
Según Eduardo Vacaro, directivo del Árabe Unido, existen tres diferencias grandes que provocan que el fútbol tico logre mayores ingresos que el canalero.
En primera instancia, el balompié de Panamá tiene menos de 15 años de haberse profesionalizado.
Luego, porque no ha logrado acaparar la atención de la afición, y aún es difícil observar buena presencia de público en los estadios.
Y tercero, el fútbol debe pelear por los patrocinios con el béisbol y el boxeo, dos deportes muy populares en este país.
Incluso, hay equipos pequeños que todavía no pueden pagar a sus jugadores un salario para que se dediquen por completo al fútbol, aunque son excepciones.
Hay que tomar en cuenta que si un panameño decide fichar con un club costarricense, pero proviene de una liga extranjera, su precio es mucho más elevado que si jugara en su país.
Ese es el caso del arquero Jaime Penedo, quien firmó con Saprissa luego de atajar dos años en Los Ángeles Galaxy de la MLS.
En este momento hay seis jugadores panameños en clubes costarricenses, cinco de ellos de selección.
Penedo (Saprissa), Adolfo Machado (Saprissa), Harold Cummings (Alajuelense), Gabriel Gómez (Cartaginés), Richard Dixon (Limón) y Brunet Hay (Limón); este último no es un convocado habitual al equipo de Hernán Bolillo Gómez.
Sin duda, Machado es el que más huella ha dejado hasta la fecha, al convertirse en uno de los líderes de la zaga del Saprissa.
Fuente: LA NACIÓN