El Tribunal de Disciplina de la Conmebol ordenó este jueves la reprogramación del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2018, y castigó a River Plate con dos partidos a puerta cerrada a partir del 2019 y el pago de una multa de $400.000.
La sanción a River, que no entrará en vigor hasta 2019, solo permitirá que entren a la cancha un máximo de 70 miembros de River, que incluye a jugadores, cuerpo técnico y personal médico, además de oficiales y directivos del Club. A ellos podrán unirse 20 directivos, como máximo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y periodistas acreditados.
River tendrá ahora un plazo de siete días para presentar un recurso ante la Cámara de Apelaciones, si lo quisiera.
VÍA: El Nuevo Herald