Han tenido que pasar 23 partidos de Premier League para que el Manchester City pierda por primera vez. Pero ese día llegó… y de qué manera. El Liverpool pasó por encima de los ‘citizens’ en Anfield y los goles de Oxlade, Mané, Firmino y Salah pusieron un 4-3 que pareció más cerrado debido a los tardíos goles de Bernardo y Gündogan, ya en el descuento.
El aviso llegó por parte de Guardiola con sus declaraciones en la previa: «Klopp es un entrenador valiente y encima juegan en Anfield». Y pasaron quince minutos hasta que el Manchester City pudo respirar. Durante todo ese tiempo, el inicio del Liverpool fue demoledor, incontestable, con balón y sin él, dominando todos los aspectos del partido.
En 15 minutos les dio tiempo a avisar y, también, a culminar: Oxlade arrancó en el centro del campo, evitó un rival y, sin marca, chutó desde la frontal al palo largo para hacer el 1-0 en el marcador de Anfield.
Los planes de Klopp salían a la perfección. El trío ofensivo formado por Mané, Salah y Firmino cerraban el primer pase. La siguiente línea, con Wijnaldum, Oxlade y Emre Can, pletórico, adelantaban líneas y permitían que los centrales, Lovren y Matip, intentaran anticipar todos los envíos hacia los atacantes del City.
A los visitantes les costó tener el balón, aunque poco a poco llevaron el duelo hacia donde se sienten cómodos (57% de posesión)… pero sin sentirse cómodos. El Manchester City fue mejorando. Cada balón de De Bruyne llevaba veneno. Pero no hubo ocasiones claras, a excepción de un balón al que no llegó Agüero, hasta que un pase en largo lo recibió Sané, eliminó a Joe Gomez con el control y luego recortó a Matip para chutar al palo corto y sorprender a Karius, gran sorpresa del once ‘red’ en detrimento de Mignolet.
La segunda parte comenzó con un cabezazo al palo de Otamendi, pero el Liverpool es uno de los equipos que más a gusto se siente con espacios por delante. Es en esos momentos cuando puede robar y salir al galope. Es ahí cuando se desata, cuando Klopp pide aún más y cuando Anfield echa fuego como pocos estadios en el mundo. Con el resultado en empate, cada pérdida del City se traducía en una ocasión en contra.
En apenas diez minutos, Firmino, Salah y Mané tumbaron al City. Ya sin Coutinho, los tres atacantes del Liverpool completaron una exhibición que dejó a los ‘citizens’ sin respuesta. Firmino ganó un duelo a Stones y le hizo una vaselina a Ederson.
Luego, Mané mandó el balón a la escuadra en otro ataque rápido. Y para culminar, Salah recogió una pelota muerta en tres cuartos, con Ederson a media salida, y chutó por encima de la portería visitante para culminar un 4-1 inapelable a veinte minutos del final del choque.
No hubo respuesta posible, a pesar del gol tardío de Bernardo Silva. Incluso después marcó Gündogan, ya en el descuento, haciendo el 4-3, a pesar de que el Liverpool tuvo aún más oportunidades para ampliar el resultado.
Vía: Diario Marca