Luis Mejía espera consagrarse como arquero titular de Nacional.

Que el arquero sea la figura del equipo no suele ser una buena señal, aunque en el caso de Luis Mejía anoche no es tan así. El panameño, que volvió de su selección luego de disputar la Copa de Oro de la Concacaf para jugar este clásico, realizó dos tapadas monumentales en el segundo tiempo, una detrás de la otra, y apenas empezado el segundo semestre del año llevó tranquilidad al hincha tricolor.

Afianzado como titular en la parte final del pasado Torneo Apertura, “Manotas” se transformó en una pieza clave para que Nacional tuviera una buena remontada, finalizara tercero y a solo cuatro puntos de Peñarol.

Con la marcha de Esteban Conde, capitán del equipo y que había perdido el puesto precisamente a manos de Mejía, se abría la interrogante de si el panameño iba a tener la misma motivación, por más que llegó al club un arquero de trayectoria europea como Sergio Rochet. Las dudas rápidamente quedaron de lado.

Entre el minuto 72 y 73 tuvo dos tapadas sensacionales. Primero una a Agustín Canobbio, mandando el balón al córner con el pie en una gran reacción, y luego ante el mismo futbolista rival pero esta vez con una tapada a puro reflejo luego de un cabezazo desde muy cerca.

Es cierto que Mejía recibió dos goles, pero uno de un futbolista que entró solo (y en posición dudosa) por el medio y el otro en un mano a mano en el que Darwin Núñez definió en gran forma.

Tranquilidad entonces para el hincha de Nacional. El arco sigue estando bien cubierto.

Mojó “Lavandina”

Gonzalo Bergessio había estado a punto de gritar su primer gol en un clásico en el choque por el Apertura en el Campeón del Siglo. Sin embargo, el “Cebolla” Rodríguez desvió el balón y fue gol en contra. Esta vez “Lavandina” sí pudo celebrar ante Peñarol.

El capitán tricolor culminó muy bien por el medio una jugada que armó Kevin Ramírez (insólitamente quitado en el final del partido, luego de haber ingresado en el segundo tiempo) por derecha, incidencia en la que incluso le cometen un penal que el árbitro no cobra porque deja seguir hasta el desenlace de la jugada. Allí apareció por el medio Bergessio para tocar corto y potente, impidiendo la reacción a tiempo de Kevin Dawson.

Fue el 1-1 de Nacional que aprovechó una de las pocas situaciones de gol que tuvo en la segunda mitad, período en el cual fue dominado claramente por Peñarol.

Fuente: Ovación