El Barcelona, en modo líder, ganó en Valencia devolviendo al plano su cara menos agradecida. Un autogol de David Navarro, decidió un partido alejado de toda brillantez, siendo el 0-2 de Suárez, en tiempo añadido, una anécdota.
El Levante, tan colista como atrevido, le puso de los nervios con su entrega y el campeón, dando muestras de una soberbia impropia, ganó probablemente el partido que menos mereció.
Si el miércoles se dio un festín el equipo de Luis Enrique frente a un Valencia en derrumbe, el Levante le devolvió a la tierra. Sufrió en la última jornada frente al Atlético. Y sumó su cuarto desplazamiento liguero alejado de cualquier excelencia que se le supusiera.
Desde que goleó al Real Madrid en el Bernabéu, el Barcelona ha empatado en sus visitas al Valencia (1-1) y Espanyol (0-0) y ha ganado en Málaga (1-2) y Levante (0-1). Cuatro viajes ligueros consecutivos (pendiente está el del Sporting) en los que por una u otra causa no ha mostrado lo esperado.
El viento de este domingo podría añadirse a la ‘intensidad’ que se puso en el plano del Espanyol o a la falta de suerte en Mestalla… Pero no es menos cierto que el equipo de Luis Enrique, quien puso en el campo a un equipo de lujo, anda alejado de su mejor versión.
Cierto es que el partido pudo ser muy distinto si a los dos minutos el árbitro no se hubiera dejado equivocar por el asistente que indicó erróneamente un fuera de juego de Messi, anulando un gol que habría dado un nuevo sabor… O no. Porque el gol, afortunado tampoco tardó mucho en llegar.
Fue a los 21 minutos, en una internada de Jordi Alba cuyo centro que buscaba a Suárez se encontró con el cuerpo de David Navarro, que lo puso en su propia meta con un rebote desafortunadísimo.
Al líder acabó por empujarle esa fortuna, mientras que el renacido colista buscó por activa y por pasiva un empate que mereció, por más que no llegase.
Luis Enrique llegó a su partido número 100 e igualó los 28 sin perder de Guardiola en una matinal para olvidar en Valencia. «En un mes nadie se acordará de este encuentro», sentenció un futbolista azulgrana después de la mala actuación global en Málaga… Y esta realidad podría añadirse a lo visto contra el Levante.
El Barcelona, que cerró la victoria con un gol a la contra anotado por Luis Suárez en tiempo añadido, cumplió con lo mínimo. Ganó para mantener su renta al frente de la Liga. Por mucho que su imagen no se correspondiera, ni de lejos, con la del campeón que es.
Vía ESPN Deportes