El Real Madrid trasladó su crisis a Europa, donde siempre salía el sol, donde siempre escampaba la tormenta. Pero en Wembley descargaron todos los nubarrones que se asomaron por Girona, incluso en la competición favorita de los blancos, que llevaban 30 partidos sin perder en la fase de grupos de la Champions. El Tottenham, vibrante en su propuesta, destrozó al campeón tras un segundo tiempo fantástico donde impuso su velocidad y pegada para reventar todas las frágiles costuras del equipo que hace nada era la envidia del continente y que ahora se ha vuelto vulgar y accesible, uno más. El precioso intercambio de golpes del primer tiempo dio paso a varios puñetazos sin respuesta de los Spurs, con el Madrid con la guardia baja gracias a Zidane, que le dio por ejercer de entrenador y fijó una defensa de tres para atentar contra su propio equipo, al que desajustó por completo. Sus intenciones eran buenas. El resultado pésimo. La derrota, dolorosa, la peor de la era Zidane (3-1). Prácticamente se despide del liderato del grupo. Aunque la clasificación no peligra, empiezan a sonar las alarmas.
En resultados de otros partidos jugados en esta jornada 4, por el Grupo E:
Sevilla 2–1 al Spartak Moscú
Liverpool 3-0 Maribor
Grupo F:
Shakhtar 3-1 Feyenoord
Napoli 2-4 Manchester City
Grupo G:
Besiktas 1-1 Mónaco
Porto 3–1 RB Leipzig
Grupo H:
Borussia Dortmund 1-1 Apoel
Tottenham 3-1 Real Madrid
Vía: Diario Marca