El Madrid resolvió el engorro de cerrar una clasificación para cuartos que tenía resuelta desde Soria hace unos días, pero sumó ante el Numancia otro triste resultado en casa en la Copa, un 2-2 como en la noche ante el Fuenlabrada, que le deja de nuevo en mal lugar, como todo el curso. Tampoco encontró soluciones en el equipo B y terminó poniendo de uñas al Bernabéu, que se está hartando de tanta decepción.
El partido apenas sirvió para nada, salvo para confirmar las dolencias del Madrid. Por protocolo debía jugarse después del 0-3 de la ida, había dos equipos en el césped, uno de blanco y otro de rojo, un árbitro, y un clima gélido que se fue apoderando de las gradas del Bernabéu, salvo en lo alto de un córner donde andaban los fieles del Numancia. La noche no se elevó en ningún momento por encima del escaso interés generado, de lo poco que quedaba por resolver, del trámite aparente en el contexto de una temporada catastrófica en la Liga para los blancos, con la clasificación madridista resuelta desde Los Pajaritos. El gol de Lucas Vázquez en el minuto 10, tras un buen centro de Carvajal (que repitió de titular en la Copa a pesar de que era un día para Achraf), sólo hizo que incidir en esa idea. El buen cabezazo terminó de cortar las olas a una historia que no podía echarse a volar.
Vía: Diario Marca