La alemana Angelique Kerber (N.7) dio la gran sorpresa al derrotar a la estadounidense Serena Williams (N.1) por 6-4, 3-6 y 6-4, y lograr el Abierto de Australia en una final para el recuerdo, ayer en Melbourne.
Kerber, que evitó que Serena igualara a Steffi Graf con su 22º Grand Slam, se convirtió en la primera alemana en ganar uno de los grandes desde que la propia Graf venciera en Roland Garros-1999.
‘Mi sueño se ha convertido realidad. Soy campeona de Grand Slam. Toda mi vida he trabajado duro y ahora estoy aquí ¡Es increíble!’, dijo la alemana.
‘Estoy muy contenta por ella. Ha tenido que esperar mucho tiempo. Pienso que hice todo lo que pude hoy, todo lo que podía ofrecer. Tal vez mañana podría haber hecho algo diferente’, señaló Serena, de 34 años, en rueda de prensa.
Lejos de impresionarse por la Rod Laver Arena, Kerber, de 28 años, era un prodigio de equilibrio. Solo cometió 13 errores no forzados en todo el partido por 25 golpes ganadores.