El atleta Om Yun-chol se siente avergonzado por no haber podido darle a Corea del Norte la medalla de oro. Ahora el pesista teme ser ejecutado cuando vuelva a su país.
“Sé que no podré volver a competir nunca más, pues he deshonrado a mi pueblo y avergonzado a mi líder, estoy seguro que al regresar a mi país el líder supremo Kim Jong-Un dará la orden de asesinarme por no haber representado dignamente Corea del Norte”, señaló el atleta.
Yun había ganado el oro  en Londres 2012, pero no pudo repetir el logro en Río. Al momento de quedarse con la plata, el deportista rompió en llanto y pidió disculpas por el resultado obtenido, que a su juicio no tendrá valor para su pueblo.
«Kim Jong-il siempre será mi inspiración y siento no haber sido capaz de recompensarle con una medalla de oro. No creo que pueda ser un héroe para mi pueblo con una medalla de plata”, refirió.
A pesar de lo difícil de la situación, el pesista acepta sin temor su destino, porque considera que es la única forma de recompensar a su país.
«No le temo a la muerte, estoy convencido que es la única forma de pagar mi gratitud», manifestó.
Corea del Norte es un país caracterizado por el hermetismo,   una sociedad distante e inaccesible. De momento en Corea no se han hecho pronunciamientos, lo que puede ser un buen indicio para el atleta, afectado por la emoción del momento.

 

Por: Panamá América