A lo largo de su proceso con Panamá, el técnico Hernán Dario Gómez ha vivo momentos que podemos catalogar entre el amor y el odio, ya sea con la Prensa o con los fanáticos.
Todos recordarán aquella frase que el propio “Bolillo” trilló en el Rommel Fernandez, para justificar algunos cambios que le gritaba la afición, “La voz del pueblo es la voz de Dios” recordó el entrenador cuando se le cuestionó por esos cambios.
Recordemos por ejemplo como va cambiando el panorama y las situaciones con el entrenador, cuando Panamá jugó la Copa Oro del 2015 a “Bolillo” la Prensa lo cuestionó por llevar a Valentín Pimentel, luego el equipo no logró en el arranque del torneo los resultados que se esperaban, y tanto Prensa como fanáticos pedían la cabeza del técnico, pero esto cambió radicalmente cuando Panamá fue de menos a más hasta llegar al famoso partido contra México.
Tras regresar a Panamá y el famoso “ROBO A PANAMÁ” el entrenador se había convertido en un héroe, querido por todos, por la forma como defendió los colores del país.
Esta situación se va repitiendo, en cada jornada de la eliminatoria, tras perder con Trinidad, nuevamente se pide la cabeza del entrenador, pero luego los resultados lo acompañan y se acomoda en la tabla de clasificación.
Es así como se ha vivido este proceso entre encantos y desencantos, entre amor y odio, lo más reciente se pierde con México, se cuestiona, pero luego le gana a Trinidad y todos se montan nuevamente en el carrito de la alegría.
Para este martes la situación de “Bolillo” no es diferente a los encuentros anteriores, llega al partido con mucha tensión con la prensa, cuestionado por los fanáticos, pero si este martes logra clasificar al repechaje o por esas cosas de la vida al mundial, “Bolillo” volvería a convertirse en el héroe que todos queremos que sea, el que lleve a Panamá al mundial, o al menos sigamos soñando estando en el repechaje.
Redacción JM Deportes