Este Warriors-Clippers de primera ronda es, según las casas de apuestas, la eliminatoria más desequilibrada en 30 años. Y el primer partido (121-104 final) no hizo nada por cambiar esa impresión.
Los Warriors (17-2 ahora en partidos de primera ronda con Steve Kerr, el entrenador con el mejor porcentaje de la historia) arrollaron sin ningún problema y sin forzar la máquina a unos Clippers cuyo mérito es tremendo, que seguramente ni deberían estar en playoffs y a los que les falta polvo de estrellas para moverse ya en este nivel.
Ese nivel es el, tal vez, mejor equipo de la historia en su última cabalgada en el Oracle Arena, a la caza del cuarto título en cinco años y de hitos extraños: el threepeat que no logra nadie desde los Lakers de Kobe y Shaquille, las cinco Finales seguidas que jugaron por última vez los Celtics de los sesenta, en una NBA con la cuarta parte de equipos.
Stephen Curry está en modo #NBAPlayoffs
🔥 38 PTS, 8 TRIPLES, 15 REB. 7 AST #StrengthInNumbers pic.twitter.com/DpYnmtQWL6
— NBA Spain (@NBAspain) April 14, 2019
DeMarcus Cousins debutó en playoffs, por fin (9 puntos, 6 pérdidas, eliminado por faltas), y Stephen Curry, sin apenas romper a sudar, acabó con un asombroso 38+15+7, su tope de rebotes en un partido de eliminatorias y ya el récord de triples en la historia de los playoffs: 386 por los 385 de Ray Allen. En partidos, 91 para él y 171 para el ex de Celtics y Heat (y Bucks y Sonics, claro). Curry firmó un un 8/12 desde la línea de tres que contrasta obviamente con el 11/30 de unos Clippers que llevaban dos al descanso, cuando (69-56) sus titulares llevaban 15 puntos y achicaban agua como podían, y como tantas veces, Montrelz Harrell (acabó con 26 puntos y 5 rebotes) y Lou Williams (25 y 9 asistencias).
La única pega para los Warriors fueron las 7 pérdidas del primer cuarto, compensadas por una extraña combustión de Draymond Green, que en ese parcial anotó 13 puntos con un 5/5 en tiros y 2 triples. Acabó en 17+7+7 y con recado para los rivales, que siguen dejándole tirar solo. Pero debería ser más comprensivo: ¿qué otra cosa pueden hacer? Kevin Durant y Patrick Beverley acabaron expulsados a 4:41 del final, y Durant ya tiene dos de las siete técnicas que significarían partido de expulsión.
Acostumbrado a pelearse con todo el mundo y resultar un incordio constante para ganarse (bien ganado) su lugar en la NBA, Beverley se enzarzó finalmente con un Durant que lleva atravesado con él desde la lesión de Russell Westbrook (tras toque de Beverley) en los playoffs de 2013, cuando los Thunder iban a por todas. KD se fue sonriendo y despidiéndose de un público que cantaba «Beat L.A.». Warriors y Clippers precisamente forman, junto a los Knicks, los tres destinos más probables para el alero cuando acabe esta temporada.
A ese tipo de detalles se iba la mente porque partido no hubo mucho. Los Warriors son muy superiores y solo la tenacidad de los Clippers, el equipo que ni debería estar aquí, y una posible bajada de tensión antes de tiempo podrían evitar la barrida. Es el inicio de camino del campeón y, con Stephen Curry al nivel de este partido, el presagio de unas semanas muy bonitas. Veremos, porque el trayecto se irá empinando, claro…
Redacción JM Deportes