Si todo hubiera seguido su curso, el Liverpool podría haber ganado la Premier este fin de semana. El coronavirus congeló el fútbol inglés cuando aventajaban al Manchester City en 25 puntos con sólo 9 partidos por jugarse, 10 para los de Guardiola. Habrían bastado dos victorias, la segunda este fin semana, para romper una sequía de 30 años.

En esa vida que la pandemia dejó aparcada quedó también la primera Premier del Liverpool. Esta semana la liga y la federación inglesas aplazaron el fútbol como mínimo hasta el 30 de abril. Según el ‘Telegraph’, la fecha que manejan de puertas para adentro es el 1 de junio. Y aun en ese caso, advierten, quizá sin público.

Apenas han pasado diez días desde un Anfield abarrotado vio a su equipo caer contra el Atlético de Madrid en la Champions. Ya entonces desde España pareció una temeridad, aunque eso no impidió que 3.000 aficionados rojiblancos se desplazaran a Liverpool.

Aún decía Boris Johnson que no había evidencia de que prohibir grandes aglomeraciones sirviera de nada, aún quería la Premier seguir a puerta cerrada, hasta que el positivo de Mikel Arteta congeló todo. De haber seguido con el plan, el Liverpool podría haber ganado la Premier este fin de semana en un Anfield vacío.