“En el fútbol no es lo mismo entrenar que enseñar. Entrenadores hay muchos, enseñadores no tantos” Johan Cruyff
En Panamá contamos con un sistema deportivo que no permite calificar el nivel de nuestros entrenadores, esto no es culpa de ellos debido a que no contamos con un sistema de licencias de entrenadores como existe en el fútbol y un plan en donde se evalúe a los mismos.
El sistema arranca mal desde las federaciones que tampoco cuentan con el material humano adecuado para decisiones técnicas en sus deporte. Para esto deben existir comisiones técnicas con experiencia y conocimiento del deporte el cual rigen.
En muchos deportes los atletas toman sus propias decisiones: lugar de entrenamiento, tiempos de concentración y no cuentan con esa asesoría necesaria para trabajar de manera científica.
Contamos con un material humano extraordinario, un biótopo envidiable en muchas disciplinas deportivas en Panamá y con una inversión económica mayor que en el pasado, pero seguimos obteniendo los mismos resultados.
Las federaciones panameñas en su mayoría no son capaces de pronosticar medallas en el ciclo olímpico porque no trabajan planificadamente.
¿Cómo evaluamos cuando un resultado es bueno o malo sino contamos con un pronostico certero?
Pero cuando el gran talento de nuestros atletas no es llevado de manera correcta y los recursos no se invierten en un 100% de manera optima , realizamos esfuerzos que a veces no dan sus frutos.
La base de una buena preparación son los entrenadores y una planificación del deporte, sin esto no podemos arrancar a soñar con medallas olímpicas.
Seguiremos pasando está fiebre que invade a todo el pueblo por un mes y cada cuatro años de manera repetitiva, sino logramos dar un giro en nuestro deporte.
Este giro debe ser plantear una política de estado para desarrollar las bases de nuestro deporte nacional, a través del ministerio de educación Pandeportes y cada federación. Arrancar desde abajo con entrenadores y atletas es la vía correcta.
Rio pasó y llegamos a 88 años de vida olímpica, esperemos que llegue Tokyo y los 92 años de vida olímpica que tendremos reflejen una mayor madurez en el sistema deportivo panameño.
Por: Diego Castillo