El centrocampista panameño Adalberto Carrasquilla, de 20 años, está siendo la gran sensación del Cartagena en este comienzo de temporada. Llegó sin hacer ruido, nadie lo conocía en España, donde la pasada Navidad había estado unos días a prueba en el filial del Espanyol y no logró quedarse, y fueron muchos los que pensaron que su paso por el Efesé sería tan fugaz e irrelevante como los de Farisato, Igor Paim o Gladestony, jugadores jóvenes que también cruzaron el Atlántico en busca de un cierto éxito como albinegros y se marcharon de aquí sin pena ni gloria.

Pero Carrasquilla, al que le gusta que le llamen Coco, ha sorprendido a todos con un espectacular e inesperado estreno. A pesar de que ya ha tenido que viajar dos veces a su país para jugar tres amistosos con la selección absoluta de Panamá, en la que ya es titular indiscutible, Carrasquilla ha tenido tiempo de sobra para destacar en los cuatro partidos que ha jugado como albinegro, saldados todos con victoria de los de Gustavo Munúa, frente a Sanluqueño, Cádiz B, Linense y Algeciras.

La irrupción de Carrasquilla en la Segunda B española no ha dejado indiferente a nadie e incluso algunos clubes que en julio lo descartaron, como el Valencia y el Sevilla, ahora se plantean ficharlo. Ambos estarían dipuestos a hacer un esfuerzo por él en junio y potenciar su conjunto filial de cara al próximo año con el panameño. Es una opción que valoraron antes de que Carrasquilla aterrizara en el Efesé, pero al final no dieron el paso. Tampoco se decantaron por su fichaje Numancia, Elche y Cádiz, equipos de Segunda en cuya agenda llegó a estar.

Esto acaba de empezar y es pronto para saber si el futbolista que es propiedad del Tauro FC, con el que ganó la Liga panameña el pasado curso, va a mantener este estupendo nivel durante toda la temporada. Se supone que lo más difícil -adaptarse tan rápido al cambio de fútbol, vida y costumbres- ya lo ha hecho. Y que, por tanto, Carrasquilla es un jugador que no tiene techo en España. Por eso, en el Cartagena ya se plantean ficharlo.

En el acuerdo de cesión con el Tauro FC, firmado el pasado 11 de agosto, se incluyó una opción de compra preferencial a favor del Cartagena. La entidad de Paco Belmonte solo puede ejecutarla en el caso de ascenso a Segunda, de forma obligada además, y tiene para ello de plazo hasta el 30 de junio. Si el Efesé se queda en Segunda B, tocaría sentarse a negociar. Pero hasta entonces, nadie puede tocar a Carrasquilla: es una fórmula para mantenerlo blindado.

Otro problema es que el precio del traspaso es prohibitivo para un equipo de Segunda B. Ninguno de los dos clubes ha querido hacer pública la cifra pactada en su momento, aunque un portavoz del FC Cartagena sí confirmó a este periódico que se trata de «una cantidad bastante elevada». Otras fuentes consultadas por ‘La Verdad’ precisaron que el coste del fichaje de Carrasquilla podría superar los 250.000 euros.

De este modo, si el el Efesé se queda en Segunda B es casi impensable que Belmonte pudiera acometer semejante desembolso por Carrasquilla. Una solución sería que el Leganés de Felipe Moreno, como sucedió con el venezolano Josua Mejías, interviniera en la operación, fichara al jugador y lo cediera un año más al Cartagena. Lo que es evidente es que la cotización de Carrasquilla, un desconocido hasta hace un par de meses, sube como la espuma.

Munúa está encantado con él. Valora mucho su dinamismo y capacidad física. Además, quiere aprovechar al máximo el subidón moral que ha supuesto para el chico convertirse en titular con su selección con solo 20 años. En el encuentro del pasado martes ante México, en el que los panameños cayeron por 3-1, él fabricó la acción del gol visitante y fue el más destacado de Panamá.

Vía: laverdad.es