Tras igualar 1 a 1 en 120 minutos, la Azzurra se quedó con los pasajes hacia el partido decisivo que le permitirá buscar su segundo título continental. Su rival saldrá del duelo que animarán Inglaterra y Dinamarca

 a los 60′. En un formidable contragolpe con pelota al piso, y que inició Donnarumma, Insigne envió un pase de tres dedos por la izquierda para Ciro Immobile y, en el intento de un zaguero por cortar, Federico Chiesa tomó el rebote y, cerca del vértice del área, remató colocado al lado derecho, en un tiro que dejó sin reacción al guardavallas.

Esta anotación movió los ánimos de los españoles e impulsó a los italianos, que unas jugadas después rozaron el segundo festejo en un disparo raso de Immobile, detenido por Unai Simón. Mientras tanto, los de Enrique intentaron igualar las cosas cuanto antes y, si bien generaron situaciones suficientes, con un incisivo Dani Olmo, la celebración le resultó esquiva.

Sin embargo, adentrado en el último tramo del encuentro, el cuadro rojo aumentó la intensidad para conseguir su cometido y así lo hizo: Álvaro Morata, quien había ingresado justo después del tanto del elenco azul, creó una buena pared con Olmo y, a la altura del punto del penal, definió con total calma, de zurda, al poste izquierdo a los 80 minutos.

Con tal disputa y el resultado en tablas, todo fue a la definición por penales. En la tanda desde los doce pasos, que comenzó fallida para los dos equipos, la Azzurra fue efectiva en el resto, con un atajada de Donnarumma a Morata en el trayecto, y avanzó con el 4-2 a su favor.

Así, Italia regresó a una final de Euro tras hacerlo, por última vez, en 2012, cuando cayó ante la Roja por una goleada. Ahora, intentará tomarse revancha, también en Londres, el próximo domingo, en lo que será su cuarta participación en tal instancia y, en la misma, buscará su segunda estrella en esta competición frente al ganador de la llave entre Inglaterra y Dinamarca.