Luis Suárez llegó y en sus primeros minutos de la pretemporada demostró que su capacidad depredadora sigue intacta. Si había alguna duda respecto a cómo había acabado la temporada pasada con la polémica de su operación de menisco, que le impidió jugar la final de Copa del Rey para jugar la Copa América, quedó olvidada en un decir Jesús. Un gol del uruguayo en el minuto 90 le sirvió al Barcelona para adjudicarse el Gamper (2-1) remontando el tanto del Arsenal antes de partir hoy rumbo a los Estados Unidos. Al Barça le faltaba dinamita arriba y el uruguayo aportó el colmillo que le faltaba a un Barça más académico que peligroso y que sigue en clara fase de rodaje.

El Barcelona arrancó con los tres fichajes en condiciones de jugar como titulares (Junior había llegado esa misma mañana) para que el público pudiera aplaudirles. De Jong fue el que más se ganó los aplausos desde la posición de mediocentro con mucha intervención en el juego, Neto encajó al primer disparo peligroso que recibió y Griezmann sigue echando en falrta socios. Dembélé sigue en modo empanada perdiendo casi más balones de los que toca y Carles Pérez llega hasta donde llega.

Las ideas del francés son buenas y su lectura del juego ,más que interesante, pero insiste en combinar en vez de asumir el rol de finalizador. A los 40 minutos, marcó de rebote después de una buena combinación con De Jong, pero el tanto, celebrado por una grada turista y fiestera que se dedicó desde el minuto 10 a perpetrar la nefasta ola lo celebró con algarabía, partía de una clara posición de fuera de juego.

Detrás, únicamente Semedo parece haber empezado la temporada con cierto nivel. A Umtiti y Jordi Alba les queda mucho y quedaron retratados en el gol de Aubemeyang a pase de Ozil en un contragolpe que evidenció la diferencia en el estado de forma de ambos equipos.