El equipo local empezó con un extra de energía, siendo sus ataques lo más frecuente durante los diez minutos. Como resultado, el Barcelona logró ‘despertar’, ya que consiguió, aunque sin peligro, generar su primer disparo al arco de Antonio Sivera.

Después de veinte minutos, con el partido en un nivel más equilibrado, el FC Barcelona marcó primero. Gündogan, de los más activos en el centro del campo, conectó perfectamente con Lewandoswki y, propio de la clase de un gran delantero, el polaco dejó su marca en el encuentro.

El Alavés mereció anotar un gol, y eso sucedió. Dos minutos después del 0-2, el equipo de Luis García Plaza hizo estallar a su afición de júbilo. Sola corrió hasta el fondo, envió un centro y Samu, que lo interpretó perfectamente, no falló.

Como resultado, el Barcelona, que vio cómo Gündogan tuvo que salir del campo por una lesión, buscó enfriar el partido. Ante la salida del alemán, Vitor Roque fue el elegido para reemplazar al centrocampista.
Tras una buena combinación conjunta, Hector Fort otorgó un pase gol a Roque para poner tierra de por medio en el marcador.

Sin embargo, no todo puede ir bien, ya que, además de la lesión de Gündogan, el Barcelona sufrió otro revés. El delantero brasileño, que ya había sido amonestado en el minuto 67, fue expulsado de forma rigurosa por una segunda tarjeta amarilla en el minuto 72.

Con el marcador como estaba, el Barcelona se replegó y formó un bloque defensivo sólido, que resistió bien los constantes ataques locales, evitando cualquier intento de reacción del Alavés.