El legendario centrocampista francés estará fuera de los terrenos de juego tras dar positivo en testosterona en agosto del año pasado.

Paul Pogba podría estar ante el fin de su carrera. El futbolista galo ha sido sancionado con 4 años sin poder jugar debido a un caso de dopaje. En el verano de 2023, dio positivo en testosterona durante el partido contra Udinese. En septiembre, recibió una suspensión provisional, y en un contraanálisis realizado en octubre, volvió a dar positivo, lo que llevó a la Juventus a temer lo peor. Uno de los mayores talentos de su generación tendrá que esperar hasta septiembre de 2027 para volver a jugar, lo que podría precipitar su retiro.

El mediocampista de 30 años volvería al césped con 34, y después de ese tiempo fuera y considerando su edad, podría optar por no seguir jugando profesionalmente, incluso si algún equipo estuviera interesado en sus servicios. Aunque Pogba argumentó «desconocimiento» y «falta de intención», la Fiscalía Antidopaje no consideró suficiente su explicación. El jugador apelará la decisión, pero es probable que la Juventus rescinda su millonario contrato (actualmente tiene el segundo salario más alto de la liga italiana, con hasta 8 millones netos por temporada).

 

Pogba responde a la controversia
El jugador no ha tardado en expresarse a través de una publicación en Instagram donde expresa su descontento con la decisión. Asegura que el fallo es incorrecto y que está triste y sorprendido, ya que, según ha declarado: «Nunca he consumido ningún suplemento que infrinja las normas antidopaje». Algunos compañeros deportistas y amigos de Pogba como Dybala, Vlahović, Cuadrado o Rabiot le han enviado mensajes de apoyo en las redes sociales. De esta manera, el que fue galardonado con el Premio Golden Boy en 2013, se enfrenta al momento más difícil de su carrera futbolística, tanto a nivel personal como profesional, tras una trayectoria muy irregular.

 

Por: Rodolfo Mendonza.