La llegada del plantilla de Boca al Monumental se vio envuelta en incidentes. El bus que trasladaba a la delegación Xeneize fue recibida con piedras por parte de los hinchas de River. La policía y las fuerzas de seguridad se vieron desbordados por los fanáticos Millonarios. La rápida respuesta no tardó en llegar, con gas lacrimógeno para dispersar a los hinchas.

El problema fue que el gas pimienta se coló en el bus y los jugadores de Boca se vieron afectados. Por eso su llegada al vestuario visitante del Monumenal fue con la cara tapada y tosiendo.

Horacio Paolini, dirigente de Boca declaró:»El operativo es un fracasó, reprimían a la gente y nos llegó el gas a nosotros. Dejaron a la deriva nuestra llegada». E conductor del autobús de Boca llegó desmayado al Antonio Vespucio Liberti.

 

Vía Marca