Cuando las nuevas generaciones piensan en la NBA, seguramente la lealtad no esta dentro de los principales atributos que se les vienen a la mente y la verdad no tienen la culpa.

La NBA se han transformado en un negocio cada vez más frio y lleno de “infidelidades” tanto  de los jugadores hacia los clubes como de los clubes hacia los jugadores, cada vez cuesta más encontrar jugadores que dediquen su carrera entera a jugar con un solo equipo.

Aquellos tiempos donde lo común eran los Magic Johnson, Isaiah Thomas, Larry Bird entre otros en la NBA, jugadores que siempre defendieron un solo club, una sola camiseta, una sola ciudad, ya esto ha quedado atrás, y con el fin de esta temporada de la NBA hemos sido testigos del retiro de quizás de 2 de los últimos íconos que quedaban en activo en esta liga, quedan muy pocos y cada vez son menos.

Tim Duncan el dia de hoy y Kobe Bryant al final de la temporada regular, dejaron un vacio importante en los rosters de los Spurs y los Lakers respectivamente, pero dejaron un vacio mucho más difícil de llenar en los fanáticos de estos equipos. Seguramente para los fans de estos equipos y hasta de los rivales será muy complicado  ver los quintetos de estos equipos y no ver los  apellidos de estos dos grandes jugadores en sus respectivos equipos.

En una liga donde los grandes jugadores se venden al mejor postor, e incluso hacen alianzas para buscar su gloria personal independientemente  de no identificarse con los colores de la ciudad, en esta liga seguramente  serán extrañados estos dos grandes jugadores, estos dos futuros miembros del Salon de la Fama, estos dos iconos tanto de los Lakers como los Spurs. Puede que no te gusten estos equipos, pero este tipo de ídolos se merecen todo nuestro respeto.

Opinión de Paul González.