Hace dos meses que Cristiano Ronaldo no marca fuera de casa — desde la visita a Eibar del 29 de noviembre — y en una temporada en que el Real Madrid sufre más de lo habitual para salir vivo de un campo ajeno. Y está harto de que se lo recuerden.

Dime un jugador que haya marcado más goles que yo fuera de casa desde que llegué a España. Uno. No lo hay, dijo Cristiano Ronaldo en rueda de prensa previa al encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League ante la Roma.

Escogió la víspera del encuentro más importante que ha disputado el Madrid en lo que va del año para acallar a sus detractores. Lo hizo tirando de la trayectoria.

En casi siete años como jugador del Real Madrid, Cristiano Ronaldo no había sido tan criticado en la capital española como lo ha sido esta temporada. Desde que arrancó la campaña a Cristiano se le ha recriminado que ya no sea el goleador más determinante del conjunto merengue. Que sus números no llegaran a los niveles de la temporada 2014-2015, la más productiva en su carrera con 61 tantos, 48 de ellos en Liga, para situarse como máximo ariete europeo por segunda ocasión consecutiva y a razón de 1.37 goles por partido; el mejor promedio en la historia de la competición española.

Al 7, que hace escasos diez días cumplió 31 años, le ha salido competencia y desde hace semanas se encuentra enfrascado en un mano a mano con Luis Suárez en la carrera por el Pichichi, ha bajado su cuota goleadora a 1.1 goles por partido y hace dos meses que no marca fuera de casa. De hecho, solo ha marcado siete tantos lejos del Bernabéu desde agosto; menos de la cuarta parte de los 32 que ha marcado hasta ahora.

Y Cristiano ya no aguantó. Recurrió indirectamente a la trayectoria. A cinco temporadas al hilo superando la cuota de los 50 goles. A su condición de máximo goleador histórico del Real Madrid con 345 goles; el máximo goleador de la Champions con 88 dianas y que nadie ha marcado más tantos que él en competiciones europeas, con un total de 92.

Es normal (que se dude de él). Ya lo encaro como una cosa normal; es como un hijo, si le das todo, pasado un tiempo, si no le das algo va a empezar a llorar. Los malacostumbré. Es normal, si no meto goles, no es que empiecen a llorar pero a escribir demasiado, señaló el luso.

Cristiano Ronaldo recordó, irónicamente, que juego siempre y a veces hago goles, cuando se le preguntó, por enésima vez, si era feliz en el Real Madrid. Y por enésima vez se refirió al cuadro merengue como el mejor equipo del mundo. Lo que hace mucho, más de un año, que no dice es eso de querer terminar su carrera en el club y extender su contrato más allá de su fecha de expiración en 2018. Tampoco esperó a que el traductor terminara su intervención.

Ya se había calentado cuando le preguntaron por el penal de Messi. Sé porqué lo hizo y no voy a decir más. Más se enfadó con la recurrente comparación entre el tridente merengue y los tres amigos culés.

Gané una Champions con el Manchester United sin hablar con Giggs, Scholes o Ferdinand. No necesito cenitas con Benzema o con Gareth (Bale), no necesito besitos ni abracitos. Lo importante es hablar en el campo, espetó.

Vía: ESPNdeportes.com